Perroterapia

Con el golpeteo de sus pequeñas patas, Phil hace su camino a través de los pasillos del Hospital Infantil de Boston. Camina con un propósito, el de subir al ascensor que lo lleva a la planta de oncología para su siguiente cita.

Las huellas de Phil tienen incluso su propia tarjeta de visita.

Phil es una cara nueva en la planta sexta Norte, la Unidad de Oncología Pediátrica del Centro de Cáncer y Enfermedades de la Sangre de Dana-Farber en Boston. Una mezcla del valiente barro amasado que sabe un truco o dos. Phil es uno de los nueve perros de terapia que visitan a los pacientes pediátricos en el Hospital de Niños de Boston , como parte del Programa Pawprints. Lo que le falta en tamaño y credenciales médicas, lo compensa fácilmente en corazón.

Los perros de terapia como Phil juegan un papel significativo en la vida de los niños. Desde bebés hasta adolescentes, que suelen estar hospitalizados por largos períodos de tiempo y pueden echar de menos a sus mascotas de casa. Las visitas de estos amigos peludos proporcionan por si solas la dosis de felicidad que muchos de estos pacientes y sus familias necesitan.

Muchos de los niños tienen mucha ansiedad por el gran número de procedimientos médicos a los que son sometidos” dice Laurel Anderson, especialista en vida infantil en Boston . “La sola idea de que hay un perro en el hospital para venir a verme es realmente increíble”. El tiempo con el perro dibuja sonrisas y risas,  promueve una sensación de calma y de paz.

El Programa Pawprints fue creado en 2003 y está gestionado por Aimee Lyons
directora de enfermería y atención al paciente, Unidad de Cuidados Intensivos Médico-Quirúrgicos, Programa de Transporte de Cuidados Críticos, y el Programa de Coordinadores por Maura Ammon y Kathryn Ruggeri para niños de Boston que actualmente están estudiando los efectos de la visita de los perros en la reducción de la ansiedad.

Los voluntarios hacen posible el programa para que sus perros puedan visitar a los pacientes pediátricos después de que el equipo del Programa “Pawprints” evalúe y prepare tanto al dueño como al perro para su participación.

“El objetivo es asegurarse de que los perros están aclimatados al hospital y les gusta trabajar con los pacientes” dice Ruggeri . Si los perros son seguros y felices, los niños también lo serán“. Phil y los otros hacen dos visitas mensuales a las habitaciones de los pacientes y a la sala de recursos pudiendo cubrir hasta 10 niños en un día.

Es un buen motivador para los niños“, dice Anderson. “A veces puede ser realmente un reto para ellos caminar o al levantarse de la cama por lo que el perro es un excelente, y a veces el único, incentivo para levantarse y moverse”

Los pacientes no son los únicos que disfrutan de estos cachorros . “Es un gran impulso para el personal. Tenemos mucha alegría y esperanza, pero puede ser bastante difícil cuando se tiene delante a este tipo de niños enfermos”  dice Anderson. “Es estimulante para ellos ver que el perro llega a la habitación”

Y a menudo, los lazos entre los pacientes y los perros se forman a través de las visitas repetidas. Los niños esperan a los perros, e incluso recogen sus tarjetas de llamadas sociales como cromos. “Lo más importante es que les ayuda a ser un niño, un niño normal, y eso es uno de nuestros grandes objetivos aquí” dice Anderson. “Cuando un niño entra en una habitación con el perro, el hospital se transforma y sólo existe la visión del niño feliz y viviendo una experiencia normal
Traducción libre del artículo del blog del Dana-Farber Cancer Institute titulado: “Therapy dogs bring smiles to kids with cancer” (La terapia con perros trae sonrisas a los niños con cáncer). Les dejo con el video explicativo del programa (en inglés).
 

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Cineterapia oncológica: Maktub. España. Paco Arango. 2011

“Maktub” es el nombre que se da a esta ópera prima del conocido cantante Paco Arango que procede del árabe y significa “lo que está escrito”. Este título hace referencia a ese conjunto de casualidades que a veces suceden y parecen inevitables, como si fueran destinadas a ello. Según su propio director trató de hacer una película que levantara el ánimo e incitara al “buen rollo”.

El argumento se inicia con Manolo (interpretación soberbia del actor y psiquiatra argentino Diego Peretti) que está en plena crisis de la mediana edad. Su matrimonio con Beatriz (una casi irreconocible Aitana Sánchez-Gijón) está al borde del caos, la rutina de su trabajo le resulta insoportable y la comunicación con sus dos hijos y con la vida misma es nefasta. El destino le lleva a cruzarse con Antonio (interpretado por Andoni Hernández), un chico canario de 15 años enfermo de cáncer pero con una vitalidad muy contagiosa. A partir de entonces, su amistad con él, su madre soltera (Goya Toledo), un divertido repartidor de comida (Jorge García) y una extravagante enfermera (Rosa María Sardà), entre otros, será el inicio de un sinfín de coincidencias que cambiarán su vida en un divertido y mágico cuento de Navidad.

Paco Arango lleva trabajando muy de cerca con niños con cáncer desde hace ya 13 años y que creó en 2005 la Fundación Aladina con el objetivo de ayudar a los niños que padecen cáncer y a sus familias atendiendo sus necesidades materiales y psicológicas en distintos hospitales de España. El propio director explica que tomó el nombre de esta fundación de su primera serie televisiva. Además, los recursos económicos que genera la película Maktub son destinados a sufragar la construcción en España de un centro de trasplantes de médula ósea para niños.

El del guión de esta película, también del propio director, está inspirado en la realidad de un chico canario con leucemia (Antonio González Valerón) con el que estableció una buena amistad durante la estancia hospitalaria en Oncología Infantil del Hospital Niño Jesús de Madrid. Antonio falleció en 2009, a los 16 años, a causa de una infección tras un trasplante de médula. En este recorrido Antonio fue para todos un ejemplo de ilusión, sabiduría y ganas de vivir. El rap de la Fundación Aladina, “Sonrisas que hacen magia“, con música de Paco Arango y cantado por el propio Antonio González Valerón, es parte de su legado. Un gran recuerdo, especialmente para los compañeros del Hospital Infantil Niño Jesús, que vivieron la historia de Antonio y la filmación de Maktub.

Maktub es una película honesta, sencilla, donde se relata el cáncer infantil desde la perpectiva de las ganas de vivir. En ella se hacen referencias al gran libro de Paulo Coelho “El Alquimista”. También esta película nos ofrece la posibilidad de conocer la Fundación Aladina y sus distintos programas de apoyo y su equipo de voluntarios dentro del hospital, en el que se da especial importancia a todo tipo de actividades lúdicas mediante las cuales los niños y adolescentes aprenden a adaptarse a su situación y a su enfermedad, sin perder la alegría y manteniendo vivo el deseo de curarse. La atención a los niños se desarrolla mediante el uso de terapias de juego. Éstas les ayudan a que entiendan y puedan sobrellevar la enfermedad, la hospitalización y los tratamientos, intentando que la estancia en el hospital sea lo más agradable posible. El principal propósito es mantener viva su voluntad de curarse y atenuar el impacto de la enfermedad. 

 
Gracias por ejemplo a la importante colaboración de la Fundación Aladina con la Asociación “Hole in the Wall Camps”, cada año cientos de niños españoles pueden disfrutar de la asistencia a Barretstown (un campamento fundado en 1994 por Paul Newman). Este campamento está situado en un mágico castillo a los pies de las montañas de Wicklow en Irlanda, al que acuden chicos con cáncer y otras enfermedades de más de 22 países diferentes, para divertirse “en serio” de forma totalmente gratuita.

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El Sanador Herido 5/5 (5)

“Como médico debo preguntarme siempre qué mensaje me aporta el paciente, ¿qué significa aquél para mí? Cuando no significa nada para mí, no tengo ningún punto de partida. Sólo en lo que el médico mismo es afectado, actúa él. Sólo el herido cura. En cambio, en lo que el médico tiene una coraza personal no puede actuar” Esta sentencia es del médico y psiquiatra suizo Carl Gustav Jung

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Hace 9 años

El pasado 11 de Marzo se cumplieron 9 años de mi llegada profesional a Burgos. Este “storytelling” de hace casi una década ha transcurrido a mucha velocidad. Vine procedente de Palma de Mallorca tras un largo proceso de concurso-oposición del ya antiguo INSALUD ahora extinguido. Llegué cargada de ilusiones, con una niña pequeña de casi dos años bajo el brazo y con la intención de comenzar una nueva etapa de mi vida.
El Servicio de Oncología Radioterápica ubicado en el Hospital Divino Vallés contaba por aquel entonces con una única Unidad de Cobalto, un destartalado simulador, un buen planificador y un puñado de buena gente. Costó trabajo hacerse al gélido clima de estas tierras, pues soy una mediterránea nata. La gente aquí es recia, pero de una nobleza admirable. Tuve que tejer nuevas amistades y compañeros, en definitiva, recomenzar. Contaba con el atractivo de un proyecto próximo de un nuevo acelerador lineal en el Hospital Divino Vallés. En un futuro más lejano se dejaba ver la intención de construir un nuevo hospital. 
El acelerador lineal del Hospital Divino Vallés se puso en marcha en Junio de 2006, año en que además nació mi segunda hija. En todos estos años hemos trabajado duro por sacar adelante a muchos pacientes oncológicos que antes se tenían que derivar a San Sebastán. Hemos también padecido los estragos de la crisis económica y hemos tenido muchas incertidumbres en este caminar hasta conseguir el 20 de Septiembre de 2013 integrarnos por fin en el nuevo Hospital Universitario de Burgos. Fuimos los últimos en trasladarnos año y pico después de su puesta en marcha.

Han pasado 6 meses ya desde que nos trasladamos. Estamos como niños con zapatos nuevos. Estrenamos un servicio con dos nuevos aceleradores que nos van a permitir mejorar mucho la calidad de vida de los pacientes. Andamos poco a poco, pero con paso seguro. Toca desaprender y aprender de nuevo muchas cosas. Es tiempo de comenzar otra etapa, otros retos, otras ilusiones. Tiempo de comenzar de cero.

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Cineterapia oncológica: Stopped on track. (Detenido en el camino) Alemania. Andreas Dresen. 2011

“Stopped on track“, en alemán “Halt auf Freier Strecke” y que traducido al español sería “Detenido en el camino” es la historia de una familia que se enfrenta a una gran pérdida. La película comienza desde el principio del fin. En una clínica un médico diagnostica a un hombre de 44 años y padre de familia, de un tumor cerebral llamado glioblastoma multiforme que tiene grandes dimensiones y se sitúa a nivel frontal.
El protagonista es un hombre familiar, llamado Frank Lange e interpretado por el desconocido actor alemán de teatro Milan Peschel. Él tiene un buen trabajo y vive con su esposa Simone (interpretado por Steffi Kühnert) y sus hijos Lilly (Talisa Lilli Lemke) y Mika (Mika Seidel) en una casa moderna. Forman una familia normal, una pareja sólida, sus relaciones son armoniosas, sin romanticismo. La película irrumpe en el momento del diagnóstico. El médico le cuenta a Frank y a Simone la mala noticia de que padece de un tumor cerebral inoperable y sólo tiene un corto tiempo de vida. Con el apoyo de su familia utiliza un iPhone para mantener un diario íntimo de su declive. Con la noticia, todos los planes se truncan: los proyectos de trabajo, la casa a la que acaban de mudarse, sueños de viaje, la música. Pero la vida sigue y cada uno trata de buscar la manera de sobrellevar esta nueva realidad en su trabajo, en la escuela o en casa. La radioterapia y la quimioterapia le ofrecen un discreto peaje. Hacia el final de su enfermedad se siente demasiado débil para salir de su casa y padece alucinaciones. Su tumor aparece como un actor vano en un “talk show” nocturno organizado por Alemania TV y presentado por Harald Schmidt. Sus hijos están cada vez más sobrepasados por la situación al igual que su mujer Simone. El tumor priva a Frank de la memoria, de la capacidad de orientación e incluso del control de algunas funciones corporales básicas. La lucha contra el dolor se hace con dosis crecientes de morfina que hace que pierda su verdadera personalidad y finalmente su discurso. Frank decide morir en casa rodeado de su familia y con el apoyo de unos adecuados cuidados paliativos. Cuando la realidad agoniza y se queda todo el mundo sin palabras, su hija Lilly, profiere: “Tengo que asistir a un curso de capacitación”. 

La forma de vivir este proceso de muerte y duelo se vive de forma distinta por los distintos personajes que conforman el filme. La hija de 14 años permanece extrañamente ajena, como si la idea de la muerte para una adolescente fuera algo demasiado lejano. Los amigos, incluso algunos familiares, se sienten incómodos con la idea de la muerte. Por su parte, Frank intenta sobreponerse a lo inevitable: los crecientes síntomas de la enfermedad y el tratamiento médico. En una escena, Frank y Simone empiezan a besarse con una intimidad y delicadeza que ilustra en unos segundos todo lo que han tenido y lo que están a punto de perder. La decisión de seguir los cuidados en casa será para Simone un ejercicio extremo de amor y pondrá a prueba la fortaleza de los sentimientos de todos.

Por la ventana, el año toca a su fin. Primero se ve como caen las últimas hojas de los árboles. Luego es el invierno que cubre el paisaje de un espeso manto de nieve, blanco y silencioso.

En la web oficial de la película reza esta bonita sinopsis sobre la película:

“El doctor ha dicho la verdad. Los días están contados. ¿Por qué yo y por qué ahora? Un hombre deja atrás a su mujer y a sus hijos, a sus padres, a sus amigos, a sus vecinos y a su antigua amante, a todos aquellos que formaron parte de su vida. Cada día es un pequeño adiós. Las palabras son cada vez menos comunes, el silencio se prolonga cada vez más. Ante la ventana, el año cambia de color. Morir, un último trabajo. Quedarse solo pero sin estar solo está bien, quizás”.

Andreas Dresen, uno de los directores más reputados del cine alemán. De hecho “Stopped on track” fue galardonada como mejor película, mejor director, mejor actor y mejor actor secundario en los premios del cine alemán y seleccionada en Cannes en la sección “Una cierta mirada”, así como en el Festival de las Palmas.

En este enlace pueden ver el comentario del programa “Días de Cine” de La2.

Les dejo con el tráiler de la película. Una magnífica película que nos invita a reflexionar de una forma auténtica y desgarradora sobre el tránsito de la vida a la muerte.

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