Queridos Reyes Magos…gracias

Queridos Reyes Magos:

Lo habitual es escribiros para haceros peticiones en estas fechas. Hoy nos habéis traído un buen puñado de presentes a todos. Es un día de alegría, de sentir auténticas emociones, de jugar, de sorprenderse, de recibir, de disfrutar, de entender vuestra generosidad en tiempos difíciles, de acercarnos un poco más a nuestros seres queridos, de tomar ese ansiado Roscón con figura y haba incluídas, de desembalar juguetes endiabladamente enredados en un sinfin de artilugios fijados en cajas de cartón, de aprender a montarlos con nuestros hijos (ayudados a veces por un ininteligible manual), tiempo de reír, de compartir, de ilusionarse a través de esos ojos traviesos de los niños.

Sin duda un buen día, sí señor. Por ello quería aprovechar la ocasión para daros las gracias. Gracias por los regalos. Gracias por traer esperanza. Una esperanza añorada y a la que parece cuesta echar a andar, pues ya saben que el mundo anda un poco revuelto con crisis y estrecheces varias. Vosotros, al menos, nos habéis traído un respiro necesario para coger este 2014 con ganas e impulso.

Mereciáis que alguien os agradeciera la dicha de dar y recibir.

Video: Qué bonita la vida. Dani Martín

Por favor, valora el artículo

Cineterapia oncológica: Love Story, EEUU, Arthur Hiller, 1970 5/5 (3)

“Love Story” es una de las mejores y emblemáticas películas de la historia de la cinematografía, tanto por la narrativa como por su legendaria banda sonora interpretado por un clásico “solo” al piano. La película trata de una bonita historia de amor con mayúsculas. Aunque el final resulte dramático, éste no le resta una pizca de belleza y grandiosidad al filme. Fue nominada a 7 Óscars, ganando uno a la mejor banda sonora original. También obtuvo 7 nominaciones al Globo de Oro, llevándose 5 de esos galardones, incluyendo mejor película. Obtuvo asimismo los premios David di Donatello al mejor actor y mejor actriz extranjeros.
Oliver Barret IV (interpretado por un atractivo y joven Ryan O’Neal) es un gran deportista y estudiante procedente de una familia acomodada de destacados graduados en la prestigiosa Universidad de Harvard. Con grandes problemas de desapego hacia su padre, al que trata incluso de usted en toda la película y posiblemente motivados por sentimientos de inferioridad que éste le inspira, la vida de Oliver cambia y se llena de sentido cuando conoce a Jennifer Cavallieri (interpretado por la sonriente y desafiante Alice MacGraw), una extrovertida e interesante estudiante de música.

En contra de la voluntad del padre de Oliver (interpretado magistralmente por el gran Ray Milland), ambos deciden casarse. Lo hacen con una ceremonia sencilla, preparada por ellos mismos y de carácter civil, algo que choca en un principio al padre de Jenny que es un ferviente católico. Sin el respaldo financiero de la familia de Oliver, la pareja se enfrenta a serios problemas económicos y se van a vivir a la planta alta de una casa en la calle Oxford del vecindario de Cambridge, muy cerca de la Facultad de Derecho. Con el apoyo de Jenny que trabaja como maestra en una escuela privada, Oliver logra cursar la carrera de Derecho y la concluye obteniendo el tercer lugar de su clase, lo que a su vez le permite obtener una posición en un renombrado despacho de abogados de Nueva York.

Al contar con un ingreso y una posición estable, Jenny y Oliver, ambos con 24 años, deciden tener descendencia. Al no lograrlo, consultan a un especialista, quien después de practicarle varias pruebas a Jenny le informa a que su esposa está gravemente enferma y desahuciada. Aunque nunca se revela explícitamente la enfermedad que padecía, está bastante claro de que se trataba de una leucemia aguda. Se nombra varias veces que los análisis de sangre no están bien y que tiene que ser vista por un hematólogo.

Siguiendo las indicaciones de su médico, Oliver trata de vivir una “vida normal” sin decirle nada de su enfermedad a Jenniffer. Se ve la clásica “conspiración del silencio” que se forma alrededor de una enfermedad oncológica. Sin embargo, posteriormente ella se entera de su diagnóstico al enfrentarse con el médico que la atendía. Con los días contados, Jennifer se somete a un costoso tratamiento el cual en poco tiempo, Oliver ya no puede costear. Desesperado, Oliver le pide ayuda a su padre. Cuando éste le pregunta si necesita el dinero por tener “a alguna chica en problemas”, Oliver responde afirmativamente en lugar de contarle a su padre la verdad acerca del grave estado de salud de su mujer.

Desde su cama de hospital, Jenny hace los preparativos para su funeral con su padre Phil (interpretado por John Marley), iniciando la construcción de su propio duelo y de sus últimas voluntades. Después llama a Oliver. En las escenas finales Jenny nota que está perdiendo facultades mentales, que le cuesta recordar los nombres de los músicos que ella conocía tan bien. El cerebro es uno de los llamados “santuarios” de la leucemia. En este trance Jenny le dice a Oliver que no se culpe de nada. Es consciente de que él se siente en deuda con ella por todo lo que le ha tocado renunciar para apoyarle a él durante su carrera, y no quiere irse de este mundo sin liberarle de esa pesada carga. Finalmente Jenny le pide que la abrace fuerte e intensamente antes de morir, escena ésta tremendamente emotiva.

La novela tiene un doble significado del amor, ya que también trata acerca de la relación entre Oliver y su padre. Cuando el señor Barret se da cuenta de que Jenniffer está enferma y que su hijo le pidió ayuda económica para ella, viaja de inmediato a Nueva York, pero cuando llega ella ya ha muerto. En la puerta del hospital, el señor Barret le pide perdón a su hijo, y éste le responde con una frase que Jenniffer le había dicho a Oliver tras una importante discusión y que encierra una gran verdad: “Amar significa no tener que decir nunca lo siento”.

Por favor, valora el artículo

Comienzo el año…lanzando dardos

El pasado día 27 de Diciembre recibí un tuit muy especial. Una neuropediatra de Tarragona, a la que no tengo el placer de conocer personalmente y que se llama Mª José Mas (@MasTwitts) me lanzó un dardo en forma de premio. Tres días después recibo otro tuit de un joven radiólogo llamado Erick Santa Eulàlia (@ElEsfenoides) lanzándome mi segundo premio Dardos en menos de una semana. Sorprendida y honrada por el reconocimiento a “Un Rayo de Esperanza” me dan ahora el testigo en forma de 15 blancos a lanzar en la blogosfera. Difícil decisión, pues seguro que no están todos los que son, pero si son todos los que están.

El Premio Dardos es un premio simbólico que se concede entre blogueros y que reconoce la dedicación, la creatividad y el esfuerzo de mantener un blog, así como la capacidad para transmitir valores personales, culturales y éticos. El propósito del premio es promover la confraternización entre blogueros, mostrando tu admiración y aprecio a las personas que publican los blogs que más te gustan.

La aceptación del premio supone:

  • Incluir una imagen del premio en el blog
  • Mencionar y enlazar el blog que nos ha otorgado el premio
  • Otorgar el premio a 15 blogueros
1.- El blog de Joseantonio Trujillo. Su Medicina Basada en el Humanismo o Medicina con Alma han sido sin duda una gran fuente de inspiración. (@Joseatrujillo)
2.- El OtoBlog. De la mano de la intrépida Dra. Aurora López Llames. Una mujer que me contagia con su entusiamo y buen hacer en esta especialidad médica. (@alopezllames)
3.- Psicooncología para pacientes. De la psicooncóloga Ariadna González. En su blog se encuentra el consuelo que muchos de nuestros pacientes necesitan. (@psicooncologa_)
4.- PSIdudas, consulta. Del psicólogo infantil Daniel Toro. Sus aportaciones son tremendamente valiosas para saber qué hacer con nuestros más pequeños y adolescentes. (@PSIdudas)
5.- Carpe Diem. De la Dra. Teresa Migueláñez, una radioncóloga como yo pionera en la blogosfera de esta especialidad. (@MsConcu)
6.- El Lanzallamas. Avatares y desvaríos de un radioterapeuta. Del Dr Angel Montero, otro compañero radioterapeuta, bloguero, trabajador incansable y activista sincero.(@Monthy_A)
7.- Dermatología y más cosas. De la Dra. Mª José Alonso. Indispensable en la blogosfera por su derroche de sabiduría dermatológica y lo bonito que escribe.(@mj_alonso)
8.- Desde la litera de arriba. De la Dra Marian Jiménez de Aldasoro. Un reciente descubrimiento lleno de ideas y pensamientos bien escritos y a la que tuve el placer de conocer. (@mjaldasoro)
9.- franciscojaviertostado.com – Historia, medicina y otras artes... Del Dr Francisco Javier Tostado, un ginecólogo que nos descubre el lado curioso de la Historia. (@fjtostado)

10.- ImagineFarma De Luis Carlos Fernández Lisón, un  farmacéutico hospitalario que trata de visibilizar una especialidad desconocida para muchos y todo un referente tuitero. (@drlison)

11.- Con cáncer y estupenda. De la mano de María Zavala. Una paciente-coraje con un magnífico blog sobre belleza, bienestar y estilo de vida en el Cáncer de Mama (@CCyEstupenda)
12.- Desde la trinchera. De Fernando Álvarez. Un excelente “coach” y mejor persona, siempre dispuesto a darte claves para ganar en autoconfianza. (@LaTrinchera)
13.- Hij@s de Eva y Adán. Del Dr Rubén García. Pediatra comprometido con iniciativas sociales solidarias. @rubengp

14.- Blog para las cuidadoras. Un grupo de profesionales sanitarios que trabajan en el Centro de Salud “La Luz” de Málaga y quieren compartir su experiencia en el cuidado de las personas. (@cuidadoraslaluz y @chitilaura). Gracias por sus sabios consejos en el cuidado de los pacientes.

15.- Biblioteca médica virtual-blog. De María García-Puente (@Bibliovirtual) una bibliotecaria de hospital que nos adentra en los entresijos de la búsqueda de literatura científica.

Y cómo no, ofrecer dos dardos extras de agradecimiento y admiración a los que fueron artífices de otorgarme este simbólico galardón: Gracias a Neuronas en crecimiento y a El esfenoides

 Les dejo con este video tailandés viral titulado “El Dar es la Mejor Comunicación”

Por favor, valora el artículo

Cineterapia oncológica: La fuerza del cariño (“Terms of Endearment”) EEUU, James L. Brooks, 1983)

“La fuerza del cariño” es una película que encierra tres narrativas en una. Por un lado está la relación de Aurora, interpretada por la magnífica Shirley MacLaine, una mujer que enviuda prematuramente y su hija Emma, encarnada por una jovencísima Debra Winger. Madre e hija están muy unidas presentando una gran complicidad en todo el relato cinematográfico. Tienen puntos de vista muy distintos respecto al amor y a la vida. 

Por otro lado está la siempre enfrentada relación de Aurora con su yerno Flap (Jeff Daniels) al que no le ve con buenos ojos pues piensa que no será el buen marido que ella cree que su hija necesita. Aurora es una madre obsesionada por el bienestar de su hija. Da la sensación en que al menos en alguna medida, que más que quererla, se ama a sí misma reflejada en la chica. Esa ofuscación pesará como un inoportuno lastre a lo largo de la vida de Emma. No es que falten consejos apropiados e incluso muy visionarios, pero a veces se ha de dejar que los hijos cometan sus propias equivocaciones. Flap resulta un hombre tremendamente inestable, infiel y con grandes dificultades para cuidar de sus hijos.

Por último aparece en escena una tercera relación, la de Aurora y su vecino Garret (un canalla y genial Jack Nicholson), un ex-astronauta alcohólico y mujeriego que acaba también por encandilar a la aparentemente distante protagonista. Una historia de amor poco convencional y sorprendente.

En estos tres escenarios la vida va desarrollándose, en parte con las subidas y bajadas propias de toda existencia. En los minutos finales del largometraje algo se trunca. Emma es diagnosticada de un cáncer de mama avanzado. Es entonces cuando cobran protagonismo los hijos de Emma cuyo sufrimiento se hizo patente ya antes de este suceso, al ser testigos de las contínuas peleas maritales. Aquí empiezan a ser conscientes, especialmente los dos mayores, de que su madre va a marcharse de este mundo prematuramente. Emma con este acontecimiento se ve obligada a madurar a gran velocidad. Su principal preocupación es el futuro de sus tres hijos y consigue incluso en los últimos momentos, extraer el lado bueno de su marido.

Lo más bonito de la película es esa relación madre-hija porque a pesar de las diferencias y dificultades siempre acuden la una a la otra, dando sentido al título de la película. Resulta especialmente desgarradora la escena de la madre pidiendo a gritos un calmante para su hija ante la aparente deshumanización de una enfermera que le espeta con un “no es mi paciente”, como si eso fuera suficiente para no empatizar y escudarse frente al dolor ajeno.

Se trata de una tragicomedia que sondea por los resquicios de la vida con pequeños destellos de felicidad, sin entrar en grandes trascendencias, pero con un trabajo interpretativo que bien le valió once nominaciones a Óscar, cinco de ellas materializadas en la preciada estatuilla. A mi personalmente me sobrecogen los ojos y la espléndida sonrisa de Debra Wigner en este papel de Emma, pues a pesar de su juventud borda el personaje incluso en el lecho de muerte como lo hiciera también en el posterior y genial papel de Joy Greshan en “Tierras de Penumbra”.

Les dejo con unas escenas del filme con banda sonora de fondo 

     

Por favor, valora el artículo