Aunque sea sólo por un segundo

¿Sabes lo que más echo de menos? Estar sin preocupaciones. Esta es la frase inspiradora del proyecto fotográfico “Aunque sólo sea por un segundo” (If only for a second). Veinte pacientes afectos de cáncer en Bruselas (Bélgica) participaron en una experiencia de cambio de “look” que les hiciera olvidar por unos segundos las difíciles situaciones que atraviesan en el transcurso de esta enfermedad. Los participantes creyeron que el cambio de estilo sería moderno y elegante, pero al abrir sus ojos se encontraron con algo totalmente diferente. El fotógrafo Vincent Dixon capturó las reacciones de sorpresa y euforia que les produjo esta experiencia de verse por primera vez frente al espejo. Cada foto tiene un título, una fecha y una hora en la que se tomó y lo más importante, el segundo exacto en que la persona se olvidó de su enfermedad. Al pasar por este libro, el lector se deja llevar por la sonrisa, las risas y las caras sin preocupaciones. Los lectores incluso se sorprendierán al tener en sus propias caras una sonrisa. Este es el corazón de una idea convertida en un original proyecto: “Aunque sea por un segundo“, con el único objetivo de difundir sonrisas y despertar felicidad.

 Fotos: Fundación Mimi de Bélgica. Fotos: cortesía fundación Mimi y agencia Leo Burnett.

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El cáncer a través de la mirada infantil

Las Navidades no serían lo mismo sin la bendición de la alegría de los niños. No deberíamos perder nunca a ese niño que llevamos dentro, ya que ayuda, y mucho, a mejorar la perpectiva de ciertas cosas. Es tiempo de jugar, de vivir con ilusión las celebraciones, de adornos navideños, de belenes, de cantar villancicos, de ansiosa espera por los regalos, etc. Al menos yo recuerdo mi infancia así por Navidad.

En la adversidad muchas veces los niños nos dan lecciones a los adultos. Si son ellos los que padecen una enfermedad, suelen adaptarse a la situación con mucha más naturalidad y soltura que sus padres. Viven a menudo ajenos a lo que les pasa, no dejan de jugar, son capaces de adaptarse a tomar la medicación y difícilmente se vienen abajo. No dejan nunca de sorprenderte.

Si el cáncer ocurre a un progenitor u otro ser querido, ellos también hablan con más franqueza y sin rodeos que nosotros los adultos. Especialmente a determinadas edades entienden más de lo que en principio creíamos. Debemos legitimizar sus emociones, mejorarles la comprensión de la enfermedad, integrar sentimientos ambiguos, establecer estrategias de afrontamiento activo, prepararles para el duelo si fuera necesario. Cabe hacerlo tanto si son niños, como si son adolescentes.

Probablemente por deformación profesional, les hablo muchas veces a mis hijas sobre mi trabajo como médico y sobre el cáncer. Le pedí un día a mi hija mayor, con 10 años, que me explicara con dibujos lo que para ella representaba lo que yo le había contado acerca de este tema. Ella por su parte me pidió que lo colgara en mi blog. Y yo que cumplo mis promesas lo expongo aquí. Los dibujos y las palabras de su puño y letra cuenta con personajes que parecen sacados de una historia de cómic: La señora radiación, el señor acelerador, el doctor chiflado, el cáncer, el “canso”, la doctora curapupas, la señora paciente, los defensores antibióticos, la doctora operación y el señor impaciente. El resultado del cáncer a través de la mirada de una niña es este:

Qué bueno sería que soltáramos un poco estos días al niño que llevamos dentro.
 Les dejo con el video de Antonio Orozco Navidad 2014 del Hospital Sant Joan de Déu en Barcelona
¡FELIZ NAVIDAD!

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La otra lotería

Hoy 22 de Diciembre es día de alegrías para unos y de “espero que me toque la Lotería del Niño” para otros. Un día en el que la televisión nos muestra a gente loca de alegría descorchando champán y enseñando el número agraciado de la lotería de Navidad. Llantos de alegría porque pueden tapar esos agujeros oscuros que ha creado la actual crisis económica en muchas familias de nuestro país. Felicito desde aquí a todos los que la suerte les ha tocado.

Sin embargo y por desgracia existe otra lotería. Esa que no nos gusta que toque, pero que ya ha tocado a muchas personas desafortunadamente. La lotería de que te toque padecer un cáncer o más concretamente una leucemia. La “Fundación Carreras” ha creado una campaña diferente llamada #LaOtraLotería, para tomar conciencia de que es más fácil que te toque esta no deseada lotería que la mencionada anteriormente. Les dejo con la transcripción de la campaña.

La Fundación Josep Carreras lanza la campaña “La otra lotería”:
ES 2.000 VECES MÁS PROBABLE RECIBIR UN DIAGNÓSTICO DE LEUCEMIA QUE GANAR EL GORDO DE NAVIDAD
Cada año se diagnostican más de 5.000 casos de leucemia en España. Y es una lotería en la que todos tenemos un número. Con estos datos y a través de la web www.laotraloteria.com, la Fundación Josep Carreras busca concienciar a la población de la importancia de apoyar la investigación científica sobre la leucemia y las demás enfermedades hematológicas malignas. Se acerca la Navidad y con ella una de las grandes pasiones de los españoles, una auténtica fiebre nacional: la Lotería. El sueño de convertirnos en millonarios de la noche a la mañana hace que cada año desembolsemos unos 200 millones de euros en la lotería de Navidad, aún cuando la probabilidad de ganar el gordo es de 1 entre 16 millones. Pero, por desgracia, no todas las loterías traen ilusión. Cada año, en España, más de 5.000 personas enferman de leucemia.
La probabilidad de recibir este diagnóstico es 2.000 veces más elevada que la de ganar el Gordo de Navidad. Aunque la cifra pone los pelos de punta, gracias a entidades como la Fundación Josep Carreras las posibilidades de ganarle la lucha a la leucemia son cada vez más altas. A día de hoy, 3 de cada 4 niños y 2 de cada 4 adultos se acaban curando.

A partir de estos datos, la Fundación Josep Carreras lanza, estas Navidades, la campaña “La otra lotería”, que busca concienciar a la población sobre una enfermedad que es más común de lo que se cree, pero que, gracias a los avances de la investigación científica, cada vez cuenta con mayores expectativas de curación. Las donaciones de los más de 45.000 socios de la Fundación y los colaboradores puntuales hacen que cada
día haya más esperanza.

“Nos hemos decidido por un mensaje fuerte porque los datos son contundentes. Si podemos destinar todo ese dinero a la lotería, ¿por qué no invertir también en una lucha en la que ganamos todos?”, comentan desde la Fundación. “A cualquiera le puede tocar”, añaden. “De todas formas, el mensaje es positivo: cada día hay más esperanza gracias a la investigación”, sostienen. “Cuanto antes tomemos conciencia, más rápido avanzaremos y más vidas salvaremos”.

La Fundación Josep Carreras, que este año cumple 25 años, persigue un objetivo muy claro: conseguir que algún día la leucemia sea una enfermedad 100% curable, para todos y en todos los casos. Con más de 45.000 socios en España y sedes en Estados Unidos, Suiza y Alemania, la Fundación se ha convertido en todo un referente mundial de la lucha contra esta grave enfermedad.
Durante este cuarto de siglo ha apoyado la investigación científica mediante un programa de becas e invirtiendo más de 110 millones de euros en proyectos biomédicos y sociales. En la actualidad está desarrollando el Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras (IJC), un centro prácticamente único en el mundo, exclusivamente focalizado en la leucemia y otras hemopatías malignas. La Fundación también ofrece asesoramiento médico y alojamiento gratuito para pacientes con pocos recursos económicos. Y gracias a la creación del Registro de Donantes de Médula Ósea (REDMO), en el año 1991, ha conseguido que los pacientes españoles puedan acceder a los más de 21 millones de donantes de médula ósea disponibles alrededor del mundo.

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Cineterapia Oncológica: La vuelta a la tortilla. (España. Paco León. 2013)

El conocido actor y director Paco León ha realizado el cortometraje solidario titulado “La Vuelta a la Tortilla”. Este corto se crea a favor de la lucha contra el cáncer y se enmarca en la iniciativa #MotivosParaCelebrar cuyos beneficios serán destinados a la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) que lo revertirá en la creación de la II Beca de investigación SEOM-Buckler 0,0.

Este cortometraje fue presentado el pasado mes de Noviembre en La Casa Encendida de Madrid. Se trata de una historia de amor enmarcada dentro de la vida de una mujer joven que pasa por el trance de un cáncer de mama. En él se observa primero la incredulidad de la protagonista, sus miedos, el querer centrarse sólo en el cáncer y no sentirse preparada para afrontar una situación semejante. Su amiga le ayuda a verlo como una oportunidad, le hace ver que puede ser feliz con cáncer y que no se tiene por qué renunciar al amor si llega en ese justo momento.

Es una historia como verán muy bonita, tierna, llena de ilusiones, de esperanza y con final feliz. Nos deja entrever que el amor existe incluso en situaciones difíciles. Muestra de una forma muy simple cómo deben afrontarse esos miedos que pueden perseguirnos como fantasmas imaginarios que en realidad no existen. Gana finalmente el arrojo. Ella se atreve a explicarle a él la situación por la que está pasando sin esconder nada, de una forma fluida y natural. Él aunque por un momento se queda perplejo, lo acepta y a pesar de todo desea estar con ella. ¿No es genial?

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Relato de Navidad: La presencia de su ausencia. 5/5 (1)

Era Nochebuena y se reunía toda la familia como cada año alrededor de la mesa. En la cocina se palpaba el ajetreo. María se afanaba para que todo estuviera en el punto exacto como siempre había hecho su madre. Este año su madre no estaba y un cáncer tenía la culpa desde hacía nueve meses. Era la primera Navidad sin ese “alma mater”. María había decidido coger el relevo. En cierto modo era su forma de recordarla, de emularle y recoger su legado en forma de recetas de cocina sabiamente susurradas. Ahora esas recetas cobraban sentido y encontraban ese lugar remoto en su vívida memoria. 
Se respiraba un sentimiento agridulce. Por un lado añoraba profundamente su presencia, su olor, su voz, su risa. Esa sensación le entristecía y le empujaba a llorar por dentro. Pero por otro lado y de forma casi mágica la figura de su madre vivía fuertemente en su mente, como si no se hubiera muerto. Esa fuerza de la memoria le ayudó para que la cena fuera un éxito. Entendió que a su madre le haría feliz y se sentiría orgullosa de ella. Desde dónde estuviera. Ese sentimiento le llenaba de una cierta alegría y le hacía sonreír. 
Los niños correteaban por la casa y jugaban ajenos a aquellos sentimientos encontrados de la noche. Los demás charlaban de temas intrascendentes o miraban distraídamente el televisor, esperando el pistoletazo de salida para sentarse en la mesa y celebrar la Nochebuena. 
Había buena materia prima en forma de entrantes: buen jamón, queso curado, gambas y variados canapés. María tras dejarlo todo en orden, acabó de arreglarse y tras un largo suspiro ejerció de digna anfitriona. Nadie osó a sentarse en la silla del alma ausente. María optó por hacerlo con decisión, con orgullo, honrando su memoria. Los demás comensales se sintieron aliviados. La velada a partir de ahí continuó. 
Primer plato. Segundo plato. Postres. Café. Turrones y polvorones. Faltaba cantar villancicos. El alma ausente los cantaba muy bien y alegraba a todos la cena con pandereta incluída. En el ambiente se cocía una conspiración silenciosa. No se hablaba de ella para mitigar el dolor de los que sabían que ya no volvería.

Otra vez María. Rompió el hielo. Con la copa de cava en la mano propuso un brindis por su madre: “Brindemos por mamá. Por esa mujer gigante que luchó lo indecible por vernos crecer. Por su bondad, por su dulzura y por su generosidad. Porque sé que le gustaría vernos así: felices, recordándola. Quiero que se sienta orgullosa de nosotros. Gracias mamá por todo lo que nos has dado”.

A partir de ahí todos hablaron de ella y su ausencia se hizo menos ausencia.
La Navidad no es tiempo de felicidad para todos. Hay personas que sufren mucho en estas fechas y que desean que estos días pasen rápido. Este relato lo dedico a todas aquellas familias que han perdido un ser querido y que esta primera Navidad puede resultarles dura y triste. Deseo sinceramente que encuentren la forma de afrontar ese duelo inevitable.
Video: Rosana-En Navidad

Sin embargo otras familias optan por una estrategia de afrontamiento activa sobre la presencia de la ausencia. La persona fallecida no está, pero sigue presente en el recuerdo de todos. Los familiares han acordado qué hacer con el espacio vacío que hay en la mesa de la celebración de Navidad. Algunas colocan una vela encendida, o una fotografía, como símbolo de reconocimiento y respeto al fallecido. En ocasiones, hay familias que incluyen en el menú el plato preferido del fallecido a modo de homenaje. Hay quien prefiere hacer un brindis por la memoria de quién ya no está. Se trata de pequeños rituales que permiten compartir el dolor y expresar el vínculo afectivo que persiste con la persona que murió.
En este tipo de estrategia afrontamiento activo los familiares se dan permiso para hablar de cómo se sienten ante la ausencia, y entienden que es natural que en determinados momentos alguien necesite llorar o sentirse triste.
Otras familias reorganizan las funciones y los roles de sus miembros, tratando de encontrar una nueva forma de celebrar las navidades que resulte satisfactoria para todos sus miembros: quizás sea un buen momento para “pasar el testigo” generacional en la función de encargarse de la organización de la celebración navideña. Se trata de reinventar una nueva Navidad adaptando los rituales y costumbres navideños a la nueva situación.
No existe una forma mejor ni peor de afrontar las fiestas navideñas cuando se está en duelo. Cada familia debe encontrar una manera de organizarlas que haga sentir bien a todos sus miembros, consiguiendo que éstas no impliquen un dolor añadido al de la pérdida.  Es por ello que invito a todos aquellos que ya habéis vivido unas navidades en duelo a que compartáis en este blog aquellos pequeños rituales o recursos familiares que habéis puesto en marcha y que os han sido útiles. Quizás sean de gran ayuda para aquellas personas que afrontan sus primeras navidades sin los seres queridos que han perdido este año, que también quedan invitadas a compartir sus planes para estas Navidades.
Os deseo una Navidad serena, en compañía de los que compartís el sentimiento de dolor por la pérdida de vuestro ser querido.

– See more at: http://blogs.duelia.org/el-duelo-en-la-familia/2013/12/10/navidad-y-la-presencia-de-la-ausencia/#sthash.p4A5kmuT.dpuf

Sin embargo otras familias optan por una estrategia de afrontamiento activa sobre la presencia de la ausencia. La persona fallecida no está, pero sigue presente en el recuerdo de todos. Los familiares han acordado qué hacer con el espacio vacío que hay en la mesa de la celebración de Navidad. Algunas colocan una vela encendida, o una fotografía, como símbolo de reconocimiento y respeto al fallecido. En ocasiones, hay familias que incluyen en el menú el plato preferido del fallecido a modo de homenaje. Hay quien prefiere hacer un brindis por la memoria de quién ya no está. Se trata de pequeños rituales que permiten compartir el dolor y expresar el vínculo afectivo que persiste con la persona que murió.
En este tipo de estrategia afrontamiento activo los familiares se dan permiso para hablar de cómo se sienten ante la ausencia, y entienden que es natural que en determinados momentos alguien necesite llorar o sentirse triste.
Otras familias reorganizan las funciones y los roles de sus miembros, tratando de encontrar una nueva forma de celebrar las navidades que resulte satisfactoria para todos sus miembros: quizás sea un buen momento para “pasar el testigo” generacional en la función de encargarse de la organización de la celebración navideña. Se trata de reinventar una nueva Navidad adaptando los rituales y costumbres navideños a la nueva situación.
No existe una forma mejor ni peor de afrontar las fiestas navideñas cuando se está en duelo. Cada familia debe encontrar una manera de organizarlas que haga sentir bien a todos sus miembros, consiguiendo que éstas no impliquen un dolor añadido al de la pérdida.  Es por ello que invito a todos aquellos que ya habéis vivido unas navidades en duelo a que compartáis en este blog aquellos pequeños rituales o recursos familiares que habéis puesto en marcha y que os han sido útiles. Quizás sean de gran ayuda para aquellas personas que afrontan sus primeras navidades sin los seres queridos que han perdido este año, que también quedan invitadas a compartir sus planes para estas Navidades.
Os deseo una Navidad serena, en compañía de los que compartís el sentimiento de dolor por la pérdida de vuestro ser querido.

– See more at: http://blogs.duelia.org/el-duelo-en-la-familia/2013/12/10/navidad-y-la-presencia-de-la-ausencia/#sthash.p4A5kmuT.dpuf

Sin embargo otras familias optan por una estrategia de afrontamiento activa sobre la presencia de la ausencia. La persona fallecida no está, pero sigue presente en el recuerdo de todos. Los familiares han acordado qué hacer con el espacio vacío que hay en la mesa de la celebración de Navidad. Algunas colocan una vela encendida, o una fotografía, como símbolo de reconocimiento y respeto al fallecido. En ocasiones, hay familias que incluyen en el menú el plato preferido del fallecido a modo de homenaje. Hay quien prefiere hacer un brindis por la memoria de quién ya no está. Se trata de pequeños rituales que permiten compartir el dolor y expresar el vínculo afectivo que persiste con la persona que murió.
En este tipo de estrategia afrontamiento activo los familiares se dan permiso para hablar de cómo se sienten ante la ausencia, y entienden que es natural que en determinados momentos alguien necesite llorar o sentirse triste.
Otras familias reorganizan las funciones y los roles de sus miembros, tratando de encontrar una nueva forma de celebrar las navidades que resulte satisfactoria para todos sus miembros: quizás sea un buen momento para “pasar el testigo” generacional en la función de encargarse de la organización de la celebración navideña. Se trata de reinventar una nueva Navidad adaptando los rituales y costumbres navideños a la nueva situación.
No existe una forma mejor ni peor de afrontar las fiestas navideñas cuando se está en duelo. Cada familia debe encontrar una manera de organizarlas que haga sentir bien a todos sus miembros, consiguiendo que éstas no impliquen un dolor añadido al de la pérdida.  Es por ello que invito a todos aquellos que ya habéis vivido unas navidades en duelo a que compartáis en este blog aquellos pequeños rituales o recursos familiares que habéis puesto en marcha y que os han sido útiles. Quizás sean de gran ayuda para aquellas personas que afrontan sus primeras navidades sin los seres queridos que han perdido este año, que también quedan invitadas a compartir sus planes para estas Navidades.
Os deseo una Navidad serena, en compañía de los que compartís el sentimiento de dolor por la pérdida de vuestro ser querido.

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