Paleooncología

El cáncer nos parece una enfermedad de la Edad Contemporánea, pero los restos arqueológicos demuestran que esta enfermedad es quizá casi tan antigua como el hombre, aunque su frecuencia era mucho más pequeña. Un equipo de arqueólogos descubrió en Sudán el esqueleto de un hombre que habría sufrido un cáncer metastásico hace más de 3.200 años. Se trataría del caso más antiguo jamás hallado, según un estudio publicado en la revista PLOS One.

Los restos de este esqueleto correspondiente a un varón entre 25 y 35 años de edad, se hallaron en 2012 en una tumba en Sudán por una estudiante de la Universidad de Durham (Reino Unido). El análisis de los huesos ha revelado que el hombre padecía metástasis óseas, pero no ha podido ser posible detectar el origen del tumor primario ni certificar que esas metástasis fueran la causa de su muerte.

Se trata pues del esqueleto más competo y más antiguo de un humano con un cáncer de tipo metastásico, han señalado los autores de este trabajo, un equipo compuesto por investigadores de la Universidad de Durham y el Museo Británico.

Los exámenes realizados muestran que “la forma de las pequeñas lesiones óseas sólo podía haber sido causada por un cáncer de tejidos blandos, posiblemente un sarcoma, aunque el origen exacto de la enfermedad no se puede determinar únicamente a partir de los huesos tal y como ha explicado Michaela Binder, la arquéologa responsable del equipo. El esqueleto, según palabras de la investigadora “podría ayudarnos a comprender la historia todavía desconocida del cáncer, pues tenemos pocos ejemplos anteriores. Necesitamos comprender la historia de la enfermedad para entender mejor su evolución“. Las radiografías del esqueleto han permitido a su equipo contemplar de forma certera lesiones en los huesos, con metástasis claras en las clavículas, omóplatos, vértebras, o pelvis.

Por el momento, sólo se puede especular sobre el origen de este cáncer. Según explican, podrían haber influido factores genéticos, una enfermedad infecciosa causada por parásitos o la exposición al humo de hogueras.
El esqueleto en cuestión se descubrió en la zona de Amara Occidental, a 750 kilómetros al sur de la capital, Jartum.

Francisco Javier Tostado, nos explica en su blog que recientemente se ha descubierto en los restos de un Neanderthal  de 120.000 años, evidencias de metástasis óseas más antiguo, adelantándose unos cuantos miles de años a los anteriores estudios que los databan en solo 4.000 años atrás. Se trata de una costilla encontrada en Krapina, cerca de Zagreb (Croacia).


Hay que tener presente que las evidencias de cáncer son extremadamente raras en los restos fósiles humanos por lo que descubrir un cáncer que no sea originado en los huesos es excepcional. Un grupo de científicos del Museo de Arqueología de Lisboa, con la ayuda de radiólogos y egiptólogos, han revelado un cáncer en una momia egipcia de 2.300 años. Tras practicársele una tomografía axial computerizada (TAC) se confirmó que la momia correspondía a un hombre de unos 60 años con un cáncer de próstata terminal. Posteriormente se encontró en otra momia de 2.200 años el mismo tipo de cáncer.

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