Tengo un tic

Tengo un TIC señores. Pero no me refiero a ese movimiento convulsivo, inoportuno y excesivo que aparece en situaciones de estrés. Mejor dicho, soy un TIC. Todos los médicos, queramos o no, somos la encarnación de un TIC, es decir, somos Tecnología de la Información y de la Comunicación.
Nuestra labor no sólo consiste en visitar enfermos y prescribirles tratamientos ad hoc. También somos informadores. Desde que ejercemos como médicos dedicamos gran parte de nuestro tiempo explicando, informando, enseñando, educando, argumentando, divulgando, hablando, escribiendo y ahora incluso whatsappeando, tuiteando o bloggueando.
Probablemente no somos muy conscientes de la importancia y la influencia de nuestro mensaje en la consulta, en la historia clínica, en una ponencia, al explicar nuestra experiencia a un MIR u otro colega y en un buen puñado de situaciones cotidianas.
Como dice sabiamente mi buen amigo Jose Antonio Trujillo (@Joseatrujillo) en su libro Medicina Basada en el Humanismo: ( Si quieres ver el video sobre el proyecto haz click aquí)
“La Medicina Basada en el Humanismo reivindica en este nuevo paradigma de relación construido en la Salud 3.0, el valor de la palabra como medio imprescindible de entendimiento entre el médico y el enfermo. No podemos ningunear a la palabra en pos de un malentendido desarrollo. La Salud 3.0 no puede ni debe olvidar la palabra, a la historia que cada uno construimos a través de nuestro relato diario del enfermar y el sanar.
Internet debe convertirse en el nuevo valedor de la importancia de la palabra. El Humanismo exige a Internet que mime a las palabras, para así ayudar a las personas de forma auténtica.” 
Se dice que entre los médicos existe una importante brecha tecnológica. Cierto es que a muchos de mis colegas les asusta eso de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), las TAC (Tecnologías del Aprendizaje y el Conocimiento) y las TEP (Tecnologías del Empoderamiento y la Participación), pues se sienten demasiado expuestos e incluso abrumados. 
Si echamos la vista atrás siempre hemos sido TIC. En la antigüedad era a través de la transmisión oral de una generación a otra o a través de escritos una vez inventada la imprenta. Ahora, únicamente han cambiado las herramientas, el modo y la forma en que nos comunicamos. Se nos permite seguir informando de una forma peculiar y asíncrona, es decir, fuera del tiempo con el que estamos con un paciente o colega, para que éste coja esa información justo en el momento que lo precise. Las TIC tienen grandes ventajas y los médicos tenemos que aprender a utilizarlas correctamente, sino Dr. Google lo hará por nosotros.

Les dejo con un video-entrevista del Dr Salvador Casado que habla sobre estas nuevas herramientas aplicadas a la Medicina. Es de 2010 y algunas cosas que comenta es posible que hayan mejorado. Aún así su mensaje sigue vigente.

http://www.youtube.com/watch?v=jOwOJNgEPhs

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¿Truco o trato? 5/5 (1)

En nuestro actual mundo globalizado estamos asistiendo a la importanción también en nuestro país de la festividad de “Halloween“. Esta palabra proviene de la contracción de All Hallows’ Eve o ‘Víspera de Todos los Santos’, también conocido como Noche de Brujas o Noche de Difuntos. Es una fiesta de origen celta que se celebra internacionalmente en la noche del 31 de octubre, sobretodo en países anglosajones y en algunos países de Centroamérica. Es una noche mágica y divertida para los niños que van con sus distraces fantasmagóricos: brujas, zombies y otros personajes muy “góticos” tan de moda hoy día, jugando a asustar y visitando al vecindario puerta a puerta pidiendo “truco o trato” para conseguir sus ansiadas golosinas. Representa en gran medida una forma de espantar a la muerte, a lo tétrico, a lo oscuro y convertirlo en algo que llama la curiosidad del niño. El miedo es un mecanismo de defensa fisiológico que ayuda a no ser temerarios, pero puede paralizarnos y no dejarnos avanzar.

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Modalidades de tratamiento III

Como no podría ser de otra manera, las nuevas tecnologías han irrumpido en nuestra especialidad de una forma muy notoria. Podríamos decir que como en las cámaras digitales se han ido aumentando los píxeles para dar una imagen HD (High Definition), nosotros no podíamos ser menos y nos hemos apuntado al carro de la “High Definition Radiotherapy” o Radioterapia de “Alta Definición”. Si los lectores bucean por este mundo en internet se encontrarán con un sifín de siglas casi impronunciables e ininteligibles para la mayoría de los mortales. Trataré de dar un glosario con aquellas técnicas de radiación externa de las que en la actualidad ya se habla y para que a partir de ahora no les suene a “chino”.
Radioterapia conformada 3D:
Es la que más comúnmente utilizamos los radioterapeutas. Gracias a la integración en la Simulación del TAC y su fusión con otros métodos diagnósticos como la RMN o el PET-TAC, a los Sistemas de Planificación en 3 dimensiones y al Acelerador Lineal de Electrones con colimadores multiláminas, se ha desarrollado un avanzado proceso por medio del cual el tratamiento se amolda de manera bastante precisa al volumen tumoral. 
 
 IMRT: (Intensity Modulated Radiation Therapy)

Es la Radioterapia en Intensidad Modulada y permite que la dosis de radiación se conforme con mayor precisión a la forma tridimensional (3-D) del tumor mediante la modulación (o el control) de la intensidad del haz de radiación en varios volúmenes pequeños. La IMRT también hace posible enfocar dosis más altas en regiones dentro del tumor, al tiempo que se mínimiza la exposición a la radiación en las estructuras fundamentales circundantes normales. El tratamiento se planifica cuidadosamente con la ayuda de imágenes tridimensionales de tomografía computada (TAC) o imágenes de resonancia magnética (RMN) del paciente, al igual que en el caso anterior, junto con cálculos de dosis para determinar el patrón de intensidad de dosis que mejor se adapte a la forma del tumor. En general, las combinaciones de múltiples campos de intensidad modulada provenientes de distintas direcciones de haz producen una dosis de irradiación individualizada que aumenta al máximo la dosis al tumor, a la vez que minimiza la dosis para los tejidos normales adyacentes. Debido a que con IMRT la proporción de dosis al tejido normal respecto a la dosis al tumor se reduce al mínimo, se puede administrar dosis de radiación más altas y eficaces y sin peligro a los tumores, con menos efectos secundarios en comparación con las técnicas de radioterapia convencional. Debido a su complejidad, la IMRT, comparada con la radioterapia convencional, requiere tiempos un poco más largos de tratamiento diario, planeamiento adicional y controles de seguridad antes de que el paciente pueda comenzar el tratamiento.
 
IGRT: (Imaging Guided Radiation Therapy)

La radioterapia guiada por imágenes (IGRT), consiste en el uso frecuente de imágenes durante un curso de radioterapia para mejorar la exactitud en la entrega de radiación durante el tratamiento. En la IGRT, los Aceleradores Lineales de Electrones vienen equipados con tecnología de imágenes para que el radioncólogo pueda tomarlas antes o durante el tratamiento, mientras el paciente está en su posición natural de tratamiento. Esas imágenes obtenidas son comparadas con las realizadas durante el proceso de simulación llamadas RDR o Radioimagen Digital Reconstruida. Si fuera necesario, se realizan aquellos cambios necesarios en la posición del paciente y/o en el haz de radiación para ser más precisos y evitar el daño al tejido circundante. Para la IGRT puede utilizarse TAC, RMN, PET, Ecografía o Imagen Portal (parecido a una radiografía). Para hacer una buena IMRT se precisa de una buena IGRT.

Radiocirugía esterotáxica:

La radiocirugía estereotáxica es una modalidad de tratamiento que se utiliza a nivel craneal y consiste en la administración de una Alta Dosis de Radiación en un volumen muy concreto, muy delimitado y definido radiológicamente por TAC y/o RMN cerebral, utilizando haces finos de radiación, mediante múltiples campos convergentes, conformados y que proporcionan un alto gradiente de dosis, evitando la irradiación innecesaria del tejido cerebral adyacente. Es una técnica incruenta, poco agresiva, que no requiere hospitalización y es susceptible de ser utilizada en los pacientes no candidatos a cirugía por edad, estado general o neurológico, o localizaciones anatómicas no accesibles técnicamente o con proximidad a áreas elocuentes.
SBRT: (Stereotactic Body Radiation Therapy)
La radiocirugía estereotáxica fraccionada Extracraneal, es una forma de radioterapia sumamente precisa, inicialmente desarrollada para tratar tumores pequeños del cerebro y anomalías funcionales del cerebro. Los principios de la SBRT, o sea la radiación de alta precisión con un margen de error de solamente uno o dos milímetros, están siendo usados en la actualidad para el tratamiento de tumores fuera del cráneo o extracraneale. Se trata de un procedimiento no quirúrgico que entrega radiación sumamente enfocada en dosis mucho más altas, y en solamente unas pocas fracciones de tratamiento. Este tratamiento es posible gracias al desarrollo de tecnologías de radiación altamente avanzadas que permiten la entrega de dosis máximas dentro del blanco, mientras se reducen al máximo la dosis que recibe el tejido sano circundante. El objetivo es administrar dosis que destruyan el tumor y logren un máximo control local. Precisa como es lógico de una buena IGRT. 

 – DART: (Dynamic Adaptative Radiation Therapy)
Es el último grito en técnica de radiación, pasando ya al 4D: Es la Radioterapia Adaptativa Dinámica. Viene a ser una progresión natural de la convergencia de la IMRT, IGRT y orientación dosis. La DART coloca la mejor planificación y herramientas de tratamiento al alcance del clínico a través de un entorno totalmente integrado en Oncología Radioterápica. La adaptación dinámica se puede realizar usando los niveles existentes dentro de las ventanas normales de tratamiento para una eficiencia óptima. DART permite a los médicos evaluar de forma muy fiel, la información de los pacientes, adaptar la estrategia de tratamiento de forma inmediata y administrar la dosis en sitios específicos de la enfermedad con herramientas especialmente diseñadas. La DART ayuda a mantener los tratamientos en el blanco, teniendo en cuenta los cambios en el tamaño del tumor, los movimientos diarios y variables del paciente, etc.

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