El valor de una sonrisa

He titulado así este “post” pues vivimos tiempos de pesimismo, malas noticias, fatalidades, desconfianza en todo lo que nos rodea, etc. Es como si nos encontráramos en un oscuro pozo del que no encontramos una manera clara de salir. Podemos elegir seguir en nuestro “pozo” particular o salir de él. Una bonita forma de empezar es SONRIENDO. Por simple que parezca, sonreir produce un efecto multiplicativo muy positivo a los que nos rodean, incluso cuando las ganas de sonreir están bajo mínimos. Imaginemos por ejemplo la situación cuando vemos a un niño pequeño haciendo una travesura. ¡Qué fácil resulta que salga esa sonrisa!

Con la sonrisa favorecemos la EMPATÍA de nuestro interlocutor. La comunicación se hace más agradable, más fluida. Si a ello añadimos otros ingredientes como el RESPETO y el PONER EN VALOR al otro, la sensación de bienestar está servida. Por ello invito a todos, a pacientes y a médicos que hagan el esfuerzo por sonreirse mutuamente aunque sea sólo como gesto de cordialidad.

Elsa Punset, en su libro “Una mochila para el Universo” dice cosas curiosas acerca de la sonrisa:
“Hay un gesto que resulta tremendamente atractivo para conectar con los demás: los científicos lo llaman sonrisa “cálida o verdadera” o sonrisa de Duchenne“. Hay estudios que han comprobado que las personas que sonrien así tienen generalmente vidas afectivas y profesionales más felices. ¿Qué distingue una sonrisa cálida o verdadera de una sonrisa más forzada o mecánica? La sonrisa de Duchenne involucra los músculos de los ojos. Las personas que sonrien así lo hacen con toda la cara y resultan tremendamente atractivas.

En 1960, los psicólogos Dacher Keltner y Lee Anne Harker, de la Universidad de California, estudiaron 141 fotografías de alumnos de fin de curso de una escuela, Los psicólogos analizaron que en torno a la mitad de los alumnos sonreían con una sonrisa de Duchenne (la otra mitad lo hacía mecánicamente). Se pusieron en contacto con los alumnos cuando éstos cumplieron 27, 43 y 52 años, y les preguntaron acerca de su matrimonio y su satisfacción con la vida. El estudio mostró que las mujeres con sonrisa de Duchenne tenían más posibilidades de seguir casadas y de experimentar un mayor bienestar personal, y estos resultados fueron consistentes durante un seguimiento de 30 años. Comprobaron si estos resultados tenían que ver con la apariencia física de las mujeres, pero encontraron que la satisfacción marital o vital no tenía que ver con el atractivo físico. El hábito de sonreir genuinamente podría contribuir a una mayor felicidad y a un mejor ajuste vital.

Compara una sonrisa auténtica con las sonrisas forzadas, por ejemplo, algunos profesionales que atienden al público y sonrien mecánicamente como las azafatas.

Tendemos a confiar automáticamente en las personas que sonrien con la sonrisa de Duchenne, porque la sensación que transmiten es de ser auténticos y tener emociones transparentes. Es difícil fingir una sonrisa verdadera, pero un truco si estás nervioso y necesitas ayuda es pensar en algo que te mueve de verdad y sonreir pensando en eso. Resulta mucho más atractivo para tu interlocutor. Lo bueno es llegar a sentir esa calidez, esa alegría de vivir y sale por los ojos de forma natural, habitual… Estos son los pequeños trucos que nos ayudan a recordar la importancia de lograr sentirnos bien por dentro, para poder mostrarlo y compartirlo con los demás.”
Aquí os muestro un cortometraje titulado “VALIDATION” con subtítulos en español. Nos invita a reflexionar sobre el valor de la sonrisa y su enorme poder en nuestra vida cotidiana, así como el reconocimiento de nuestro talento y nuestros valores para sacar lo mejor de nosotros mismos. Una buena lección para fomentar por ejemplo la relación médico-paciente, tan maltrecha en algunos momentos.



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