En ese escenario se hablaron de muchas cosas que dan para escribir más de una entrada en el blog y que trataré de reflejar más adelante con profundidad. Aunque parezca un tema alejado de nuestra mente médica cartesiana y racional, me parece sumamente importante en una profesión como la nuestra el cuidado de esa parte espiritual que todos tenemos independientemente de nuestras creencias y convicciones personales.
Al final de varias horas de escuchar y hablar sobre el tema, Javier Barbero nos regaló un video sobre la meditación. Precisamente hoy leía en su blog a Dolors Reig hablar sobre los múltiples beneficios de la meditación aumentando el número de conexiones neuronales, mejorando la creatividad y la empatía. Hace incluso unos días leí un “tweet” dirigiéndome a un artículo médico que hablaba de los cambios de expresión en el genoma en estados superiores de conciencia, es decir que la meditación continuada puede llegar a producir cambios en la expresión genómica, algo que me parece tremendamente sorprendente.
Así que esto de meditar en profundidad, viviendo con intensidad el momento presente, parece que trae grandes beneficios a todos y potencia el autocuidado de nuestra mente y espíritu. Así que ¿por qué no empezamos con un minuto? Yo os invito: ¡Ommmmm!
me encanta todo este tema de la espiritulidad de las personas, des de hace poco que estoy acudiendo a un centro acupuntura barcelona y me estan haciendo dar cuenta de lo importante que es. la gente tendria que tener mas conciencia de estos temas…
Me alegra enormemente que a ti también te parezca interesante el tema de la espiritualidad y la toma de conciencia sobre ella. Gracias por tu comentario.
Un saludo.
Hemos alejado la parte espiritual de nuestra profesión hasta tal extremo, que cuando hablamos de ella y la queremos exponer, tocar y aplicar no sabemos cómo hacerlo.
Es una parte muy importante para el cuidado del enfermo que hemos dejado de lado, por eso es necesario retomar o mejor sería decir, iniciarnos en el manejo de esa parte esencial y en ocasiones muy olvidada en el proceso del tratamiento.
Querida María Jesús. Comparto plenamente tus palabras, vivimos en un mundo en el que los avances médicos, la tecnología y la evidencia científica se ven como la principal meta a alcanzar. Aplicamos la razón como si fuera la única herramienta a utilizar a la hora de realizar nuestro trabajo. No queremos, o no sabemos, incluir la parte emocional o espiritual porque nos alejaría de ese concepto, a veces sobrevalorado, sobre lo que es el conocimiento. Entiendo que si al conocimiento le sumas tu dimensión emocional y la espiritual, tienes en tu mano una herramienta mucho más potente. No tienen porque estar reñidas las tres dimensiones, no son antagónicas, son complementarias. Creo que es un grave error que cometemos porque así se nos ha hecho creer. Tenemos la oportunidad de cambiar el "chip" y hacerlo posible. Sinceramente, nos iría mejor a todos. Muchas gracias por tu aportación. Un abrazo.
Excelente post Virginia, muchas gracias por compartirlo, da gusto visitar tu Blog.
Te invito al mio, seguro que te gustará:
http://leyendas-de-oriente.blogspot.com/
Un gran saludo, Oz.
Querido Oz: Me alegra enormemente saber que te ha gustado este post y el blog en sí. Prometo visitar el tuyo. Un saludo 😉