Cineterapia oncológica: “Huellas”. España. 2007. Liberto Rabal

“Huellas” es un cortometraje en la que la protagonista, una enfermera llamada Sandra (interpretado por Adriana Davidova) mantiene un diálogo interno y relexiona sobre la empatía. Se profundiza en el aspecto quizás menos explorado de la vocación de ayuda, recogiendo las sensaciones que habitan en el micromundo de la Sección de Urgencias donde Sandra trabaja en contacto directo con lo más íntimo y frágil de las personas: accidentados, infartos, convulsiones febriles, pacientes oncológicos, etc que a veces tan solo por unos momentos, necesitan de su atención, sus conocimientos y su cuidado para recuperar el bienestar, para seguir en el día a día, para el alivio del dolor, para la cura. En ocasiones para lograr simplemente sobrevivir. Aborda el tema de las profesiones sanitarias a partir de experiencias y testimonios auténticos. ”Huellas” ha recibido premios al mejor cortometraje, dirección, interpretación y guión, entre ellos el premio AET 2007.

El cortometraje “Huellas”, fue dirigido por Liberto Rabal, nieto de Paco Rabal, en el que nos cuenta las vivencias cuando en el ejercicio de la profesión se encuentran con la dificil papeleta, de separar o no, los sentimientos delante de una persona que sufre. Refleja con cierto realismo la situación de una enfermera, cuando ejerciendo su profesión, se enfrenta al mismo tiempo con la difícil realidad de ver como sufren los pacientes, y como ese sufrimiento hace sufrir también al médico o a la enfermera.

Según habla el propio Liberto Rabal sobre este cortometraje:

“A través de la mirada de Sandra y de lo que ella vivencia, asistimos a una realidad donde la vida se manifiesta de manera poderosa e imperfecta, y donde el principal sostén de esta mujer aislada de la normalidad a causa de su trabajo y del continuo contacto con el dolor, la enfermedad, la indefensión y la muerte, es el conocimiento veraz de que no existe mayor milagro que el de ayudar a otro ser humano.

La producción y realización de HUELLAS partió de un guión construido tras numerosas entrevistas y conversaciones grabadas con enfermeras reales. Y el poder contar con un material de referencia fiable nos permitió desarrollar un tipo de trabajo que es el que a mí, como director, me interesa…

La sección de urgencias de un hospital es un espacio determinado por factores poderosos y necesariamente complementarios. Existe un proceso de funcionamiento que se desarrolla en infraestructuras encaminadas a garantizar, en la medida de lo posible, la vida, la salud y el bienestar. Pero esas infraestructuras son funcionales tan sólo gracias a un equipo humano inmerso en un proceso íntimamente ligado a las necesidades reales e inmediatas de todas aquellas personas que dependen urgentemente de una actuación eficaz por su parte. Ese equipo de profesionales sanitarios está formado por indivíduos que han decidido desarrollar su vocación profesional asumiendo un contacto permanente con lo más vulnerable, frágil y expuesto del ser humano. Con lo que ello conlleva.

El reto como director era estructurar una forma audiovisual expresiva y coherente a partir de una propuesta de trabajo eficaz que permitiera a estos elementos dados desarrollarse y ser efectivos. Y para ello mi atención se centró en encontrar una forma de narrar que se sumara al estilo preciso, íntimo y directo del guión donde cada pieza estaba encajada.

Creo que todo el equipo fué consciente de la maravillosa oportunidad que representaba el poder rodar en un hospital real que se encontraba en pleno funcionamiento. Pero he de reconocer que en lo personal sentí miedo. Miedo de enfrentarme al hecho de que cada escena sería un reto desconocido, miedo de la posibilidad extrema de fracasar en la construcción verosímil de la enfermedad, del dolor, y del universo del hospital y sus componentes diferenciadores.

Me enfrenté a HUELLAS asumiendo la construcción de un guión técnico detallado plano por plano, fotografié los decorados. Dediqué una especial atención a la dinámica de trabajo con los actores. Pero una vez en el rodaje caí en la cuenta, con verdadero pavor, de que por muchas horas de conversación que yo hubiera escuchado una y otra vez con diversas enfermeras, para lograr recrear cada una de las situaciones y poder guiar correctamente su desarrollo, era necesario partir de la realidad más absoluta de los procesos inmediatos que vivían los personajes.

Me explico.Si una situación implica narrar el proceso de un hombre que ha quedado hemipléjico debido un accidente, no basta con ese detalle “en general”. Aunque parezca exagerado, para mi fué necesario establecer en que vértebra concreta estaba la lesión, concretar qué pruebas se realizan desde el primer al ultimo día en el hospital, la tensión arterial real del paciente teniendo en cuenta las sustancias antiinflamatorias y los opiáceos contra el dolor. De pronto lo importante era encontrar un médico de guardia que hiciera los vendajes correctamente, una enfermera que, harta de realizar esa rutina todos los días, mostrara fria y concisamente los protocolos exactos necesarios con tal o cual paciente. Enfrentado a la inmediatez del reto que tenía entre manos, las elucubraciones intelectuales sobre lo que hace, quiere, deja de querer o necesita tal o cual personaje me parecían tiempo perdido. Lo realmente útil en la etapa de rodaje es asentarse de un modo pleno y seguro en lo concreto de un determinado universo y de una determinada situación dentro de ese universo. Son los detalles concretos los que despiertan la creatividad y la imaginación, la vida en definitiva.

En nuestro día a día estamos rodeados de circunstancias y movimientos concretos que no determinan nuestra emoción, pero sí el fluir del tiempo en que esa emoción ocurre.

“Dar a la naturaleza su fiel reflejo” Lo dijo Shakespeare, y como no, estaba en lo cierto. Crear vida es dejar ocurrir la vida, pero la vida solo ocurre sobre bases reales. Y con REALES quiero significar enteras, completas, dimensionadas, particulares.

El guión de HUELLAS se escribió con un objetivo determinado, deseando transmitir algo determinado. Cuando uno hace un trabajo así debe atenerse a lo escrito. Pero esa condición, lejos de impedir la apertura de la estructura dramática, nos permitió trabajar desde un lugar auténtico.

La realidad, el detalle, el punto de partida completamente dimensionado, debe ser libre y leal a lo que se desea contar, en otras palabras, no hay reglas específicas, solo la voluntad de “acechar” un mundo, y de hacerlo con todas las consecuencias y con toda la humildad.

Para mí como director fue tremendamente enriquecedor situarme en el lugar del que “sólo sabe que no sabe nada”, un lugar en el que nada es demasiado pequeño para preguntarlo, conocerlo y contárselo a tus actores que, según mi forma de ver las cosas, son la parte del equipo que realmente puede y debe ser cómplice en este proceso.

Creo que desde ese trabajo, desde esa actitud de curiosidad obsesiva y respeto no solo por la forma dramática, sino por el contenido que esa forma dimensiona en orden a contar una determinada historia, es posible hacer películas que toquen algo interno e intimo. Que sorprendan y despierten un lugar nuevo.

Y creo eso porque vivimos en la sociedad de la información, un mundo en el que fácilmente cualquiera puede descubrir, aunque sea de modo inconsciente, que los procesos que le estas contando no son así como se los cuentas, como se los enseñas. Es evidente que lo que aquí escribo no es una novedad. Muchos han sido los que han buscado y encontrado referencias concretas de las que partir para construir su historia. Para tratar de que esa historia que cuentan deje huella.

En definitiva una huella es un rastro, una seña, el vestigio que deja alguien o algo. Una impresión profunda y duradera. Una huella es la expresión tangible de la existencia de una entidad, la huella es al mismo tiempo mensaje y comunicación.

Para mí, que utilizo el cine como medio de comunicación, HUELLAS ha sido un encuentro intenso con el trabajo en equipo. Como director me siento muy afortunado de haber podido contar en mis películas con la asombrosa capacidad como actriz de Adriana, y he de decir que en HUELLAS su creación de Sandra; inteligente, sobria y absolútamente verídica, pero a un tiempo llena de emociones y momentos inesperados, fué un regalo imprescindible, una valiosa herramienta para un montaje y una postproducción que han sido los más agradables y creativos que he tenido hasta la fecha.

Es siempre en el montaje cuando me doy cuenta de la tremenda complicidad profesional de mis actores, que han sabido dar cuerpo a un universo construido sobre su trabajo y su generosa entrega. Actores, actrices que han sido capaces de encarnar y vivenciar sus personajes plenos de vida, de verdad y sencillez.

HUELLAS es sobre todo una historia sencilla, y creo que es esa cualidad la que permite que las sensaciones que ofrece lleguen de manera tan directa. Para todos nosotros es una satisfacción el reconocimiento que este cortometraje está recibiendo, tanto por parte de numerosos profesionales sanitarios (En la proyección de HUELLAS en el Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes, seguida de un debate moderado por Javier Angulo, acudieron profesionales del sector sanitario que mostraron su entusiasmo por el rigor, respeto y veracidad con el que ha sido tratado su entorno laboral y emocional.”) como por los premios recibidos. (Premio A.E.T. 2007, Festival Baja California, Zemos 98, Escorto 2007, etc…)

Pero finalmente, para mí, la huella más importante, la impresión más profunda y duradera, es la gratitud que siento por todas las personas que han dado generosamente su espacio, su tiempo, su talento, su dedicación, su esfuerzo y sus invencibles confianza y alegría.

A todas esas personas; a las enfermeras, a los médicos, a mi joven y entusiasta equipo técnico, a los niños y niñas que se comportaron como profesionales , a sus padres, a mis valientes actrices y actores. A todos y cada uno de ellos y ellas. A todos y a cada uno de vosotros, por este surco dejado en mí, por esta marca, por este rastro que permanece y permanecerá como señal del camino que recorrimos juntos. Gracias”

En “Huellas” no sólo se advierte el lado humano del paciente, sino también del profesional que ayuda y siente buscando ese difícil equilibrio entre profesionalidad y afectividad. Todo un lujo. De verdad.

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Consejos para jóvenes oncólogos

Mi  compañero y colega Ángel Montero hace unos días en su blog “El Lanzallamas” nos mostraba una presentación de la ASCO sobre consejos que darían diferentes reputados oncólogos a sus colegas más jóvenes. Son, sin ningún género de duda, sabias palabras en el campo de la Oncología y que fueron publicadas en un editorial de la revista Oncology y que yo me he permitido transcribir en este post en traducción libre. Todos estos consejos me parecen sumamente útiles para cualquier oncólogo que se precie.

1.- La forma en que vayas a tratar a un paciente puede ser tu segunda decisión. Por qué piensas que el paciente necesita tratarse (curación, paliación, etc) debe ser la primera.
Jay Cooper. Maimonidas Cancer Center.
2.- En el modo cambiante de la Oncología concéntrate en lo que te gusta. Te mantendrá focalizado y centrado. Te proporcionará la certeza de lo que necesitarás para disfrutar de la Oncología a lo largo de tu carrera. 
Melanie Royce. New Mexico Cancer Center University.
3.- Di si a cada oportunidad. Trabaja duro, juega duro. Sé un líder en tu práctica clínica y en tu comunidad. Sé un ejemplo. Ellos te están viendo. Tómate al menos dos semanas seguidas de vacaciones. Escucha a tus pacientes. Ponte en sus zapatos y cuida de ellos como si fueran tu familia.
John Marshall. Georgetown Lombard Comprehensive Cancer Center.
4.- Ve a un campo diferente (¡Es broma!)
E. David Crawford. Colorado Health Sciences Center University.
5.- Escucha a tus pacientes y sé honesto a la hora de ayudar a tomar decisiones. Los pacientes quieren saber la verdad acerca de su diagnóstico y pronóstico. Nosotros los oncólogos somos los que tendemos a encogernos en estas discusiones. Si aprendes de los pacientes, sabrás cómo afrontar mejor las discusiones importantes de forma abierta y honesta.
Louis Potters. North Shore-LIJ Health System
6.- Mantén en mente el siguiente adagio de Edmund Burke: “Aquellos que no conocen la historia están condenados a repetirla”. Los avances de hoy son el fundamento para los avances de mañana. La Medicina es una profesión altruista en favor de los pacientes, que colocan su bien más preciado, sus vidas, en nuestras manos. Sé innovador y aplica los éxitos fuera de la Oncología y la Medicina para mejorar la atención sanitaria.
Nora Janjan. National Center for Policy Analysis.
7.- Busca un mentor, confía en él y respétalo. Si vas a dedicarte a la Medicina Académica Píblica pide subvenciones.
L. Michael Glodé University of Colorado Cancer Center.
8.- Sé gentil con el paciente anciano y frágil. Conócelo, empieza con un esquema conservador. Comprueba su bienestar, manténlo confortable. Evita complicaciones y hospitalizaciones y no añadas más síntomas con tratamientos excesivos y pruebas complementarias. Comunícate con todo el personal involucrado, no actúes en solitario y siempre acoge los consejos de los mejores colegas que puedas encontrar. Focalízate en el cuidado de los pacientes, síguelos y sigue adelante, no desfallezcas. Si haces eso estarás bien y tu paciente te lo agradecerá.
N. Simon Tcheckmedyian.Pacific Shres Medical Group.
9.- Lo que más desean los pacientes es esperanza, no falsa esperanza o alegre optimismo, sino la verdadera esperanza que proporciones, siendo asequible a sus necesidades. Esto eclipsará incluso el valor que ofrezcas de tu experteza oncológica.
William C. Wood. Emory University School of Medicine.
10.- Coge el análisis de los datos de salud en tiempo real para mejorar contínuamente la prestación en la atención sanitaria y obtener resultados. Puedes lograr en pocos años lo que antes se tardaba décadas en conseguir.
James Mulshine. Rush University Medical Center.
11.- Tómate tiempo de vacaciones y no escribas “mails” en vacaciones. Cena todas las noches con tu familia sin teléfono móvil o televisión, sólo conversación.
Hyman Muss. University of North Carolina.
12.- Escucha atentamente cuando te encuentres con los pacientes y sus familias. La atención de cáncer exige un esfuerzo multidisciplinar incluyendo a la enfermería y a los  trabajadores sociales en el planteamiento. Comparte la responsabilidad.
Mary McCabe. MSKCC.
13.- Sé un escuchante, no un predicador cuando hables con los pacientes. Si la información que te da el paciente carece de sentido, no confíes en nadie, ni siquiera en ti mismo e intenta ir más allá. Prueba revisar la anatomía patológica con alguien incluso si existe ya un Comité de Tumores, generarás información en esos encuentros. ¡ Los oncólogos siempre van al cielo !
Vincent Vinciguerra. North Shore University Hospital.
14.- Para aquellos que tengáis pequeños en casa: gastad vuestro tiempo con ellos. El trabajo puede esperar y los niños crecen muy rápido.
James Yu. Yale Comprehensive Cancer Center.
15.- Escoger un buen mentor es crítico para tener éxito es tu carrera y en tu felicidad. Pero el mentor puede provenir de diferentes personas. Algunos mentores tienen un buen balance vida-trabajo, otros serán excepcionalmente eficientes y otros serán esos médicos compasivos que todos queremos ser. Pero cada uno de esos mentores tendrán también deficiencias. Ninguno de nosotros somos “superhumanos”. Escoge lo mejor de cada modelo a seguir y adapta esos atributos a tu personalidad y circunstancias. Sin dudarlo, llama a cada uno de tus mentores cuando los necesites. Al final, haz lo mejor para el paciente. Siempre se trata del paciente.
Lea Ellis. MD Anderson Cancer Center.
16.- Nunca olvides los fundamentos que aprendiste en tu residencia. Pide ayuda cuando la necesites. Mira de contribuir a formar un equipo multidisciplinar eficaz.
Paul Mathew. Tuffs Medical Center. 
17.- Saca tiempo para investigar pronto en tu carrera en cuanto tu posición post-residencia te lo permita. Trata a todo el mundo con respeto cada día. Esto es más fácil decirlo que hacerlo, pero ser civilizado es crítico en Medicina y particularmente en la atención oncológica. 
Judd Moul. Duke Cancer Institute.
18.- Puede ser otro día de hospital para ti, pero no para tus pacientes. Haz que se sientan que son lo más importante en tu vida cuando estés con ellos en la consulta. Tómate la formación de la siguiente generación en serio. Si estás ayudando a formar estudiantes y residentes, reconoce que es importante y un honor continuar la tradición.
Judd Moul. Duke Cancer Institute.
19.- No permitas que el Gobierno con su plétora de regulaciones y papeleo te disuadan. Tu contribución a la humanidad al final de cada día será tu propia y satisfactoria recompensa.
M. Steven Piner. Sisters of Charity Hospital.
20.- Comparte con los demás tus áreas de interés. Si un facultativo senior te ofrece una posición en un Comité Editorial, acepta la oferta incluso si no tienes experiencia…¡ Aprenderás !
Finalmente puedes tener muchos mentores para diferentes aspectos de tu carrera. He encontrado que es útil tener un mentor senior para planificar objetivos de carrera, un mentor junior para aspectos prácticos sobre investigación clínica y traslacional, así como un mentor de laboratorio.
Nicole Shonka. University of Nebraska Medical Center.
21.- Encuentra el equilibrio en tu vida. Mantente al tanto de las mejores prácticas actuales e identifica un área de excelencia.
Steven Rosen. Robert H. Lurie Comprehensive Cancer Center.
22.- La Academia proporciona un buen balance de administración, educación y atención al paciente. Comprometerse al 100% a la práctica oncológica puede ser emocional y físicamente muy duro. Tener equilibrio también ayuda a ser filosófico sobre los caprichos políticos del mundo académico. Las dificulades pueden aparecer durante la carrera que parece empalidecer en relación con el sufrimiento que vemos en nuestra práctica diaria. De cualquier modo, trabajar en la Universidad proporciona los beneficios de la camaredería entre colegas y la satisfacción de la enseñanza. Por citar uno de mis mentores, el fallecido Paul Carbone, “Si tu gratificación sólo procede de conseguir la curación, estás en el camino equivocado, deberías hacer Obstetricia”
Franco Muggia. NYU Cancer Institute.
23.- Considera los consejos que otros te pueden proporcionar con respecto a tu carrera, pero toma decisiones basadas en lo que a ti te apasione.
Lyan D. Wilson. Yale Comprehensive Cancer Center.  
Les dejo con el video en inglés sobre los oncólogos jóvenes  y sus nuevos desafíos

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Relato de verano: Querido médico de cabecera

Tú estás en Atención Primaria. Yo en un llamado Servicio Jerarquizado de Atención Especializada. Tú eres “todólogo” y yo “pocóloga”. Tú posiblemente te encuentres en primera línea de la trinchera y yo en la retaguardia. Dos realidades distintas y a veces distantes, pues nos colocan barreras enormes e insondables. Pocos puentes se construyen para que tú y yo no nos sintamos tan extraños el uno del otro, para que nuestras realidades no se encuentren tan alejadas o con determinados privilegios. Sin embargo, tú eres quien primero recibió a mi actual paciente. Gracias a tu perpicacia, a tu ojo clínico o a la insaciable insistencia del propio paciente pusiste en marcha la maquinaria diagnóstica para luego yo acabara tratándole.
Ese paciente que veo yo ahora, precisará de tus recetas, de tus partes de baja, de tu lectura de mis indescifrables informes y si todo va bien le seguirás viendo a menudo. Si las cosas se tuercen puede que necesite de tu mano para que vayas a casa a visitarle y finalmente estés en su cabecera atendiendo con dignidad sus últimos días.
Te quejas, no sin razón, de la extrema burocracia en tu profesión que te quita ya demasiado tiempo para hacer aquello que siempre quisiste hacer y que no es más que ejercer de médico. Por no hablar de la presión asistencial en época de gripe o vacaciones, porque tú ya no tienes recambio en las ausencias e igual te toca atender a cincuenta o sesenta pacientes en una mañana. Al paciente no le da tiempo a abrir la boca para contar lo que le pasa y ya se tiene que ir por la puerta. Pasar consulta sin tiempo para pensar. Agotador, insufrible, inhumano para el paciente y para el médico.

Y yo me quejo por tener que ver a 16-18 pacientes en una consulta. Parecen pocos, es verdad, pero todos mis pacientes tienen algún tipo de cáncer. Todos vienen con un cierto nivel de estrés, de preocupación, de dolor o tristeza. Yo llamo a una buena mañana cuando todos están bien y libres de enfermedad. Pero esto no siempre es así y en ocasiones te encuentras con tres o más recaídas y sientes que te falta el aliento. Acabas la consulta agotada física y mentalmente. A todo eso sumo, igual que tú los sinsabores de la burocracia, el desabastecimiento de medicamentos o las situaciones socio-laborales de los pacientes que te desbordan. Sufrimos el encorsetamiento de un sistema sanitario que no busca nuestra motivación, ni nuestro crecimiento profesional, tan sólo la consecución de las cifras de unos determinados objetivos. A veces me siento como en una cadena de producción de una fábrica, no en un hospital atendiendo enfermos. Poco se valora el mérito, la capacidad profesional o tu trato humano al paciente. Sólo cuenta que trates al mayor número de pacientes posible con toda la complejidad que tu equipamiento te permita.
Ambos pensamos y creemos saber cómo mejorarlo, pero nuestra voz apenas se escucha en quien tiene competencias para hacerlo. Se juega al divide y vencerás, construyendo muros cada vez más altos para separarnos y a ser posible incomunicarnos, a veces incluso entre los propios especialistas también. Es la excusa perfecta para quejarnos unos de los otros.

Me pregunto si algún día podríamos trabajar juntos y mano a mano para mejorar nuestras realidades. Quien sabe…
Les dejo con el tráiler de “El Médico”, la versión cinematografiada del libro homónimo del mítico Noah Gordon. Reconoce el espíritu vocacional de un médico en tiempos difíciles. Recomendable.

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Cineterapia Oncológica: “Contigo”. España. 2012. José Ángel Delgado Frías.


El cortometraje “Contigo” está producido por Montijano Comunicación, Cosmos Fan y Sintregua para la Asociación Aragonesa de Cáncer Genital y de Mama (AMACGEMA) e interpretado altruistamente por los actores Gabriel Latorre, María José Moreno, Leticia Pascual, Miki López, Andrea Dueso e Isabel Montijano. La música es de Miguel A. Remiro.

Las vidas de seis personas están conectadas por algo en común, aunque ellos no lo saben. La cinta pretende concienciar acerca de la importancia del entorno familiar sobre las mujeres afectadas por el cáncer genital y de mama. El corto está concebido como herramienta para acompañar en las numerosas charlas y debates de la asociación. Muchas veces, el entorno familiar o de amistades cercanas de las afectadas no saben cómo tratar con ellas el tema y, a veces, sin darse cuenta, se alejan de ellas o las sobreprotegen.

“Contigo” es un proyecto realizado sobre todo para jóvenes y adolescentes. Según ha indicado Aybar, “vamos a desarrollar un ciclo de conferencias en los colegios e institutos de Aragón para generar debate sobre este corto, y por eso se ha buscado mucha conexión con el público joven”. El guión original es de dos exalumnos de la Universidad San Jorge, Iván Ayala y Angela Bergua, que participaron en un concurso cuando estudiaban en ese centro. El director del cortometraje, José Angel Delgado, ha destacado que “es una cinta muda, en la que lo sensorial y lo emocional adquieren gran importancia como los juegos de miradas y los detalles que aparecen y desaparecen”. Asimismo, ha señalado que “narra la historia de seis personas que se entrecruzan en las calles de Zaragoza, todas con un denominador común que es el cáncer. De hecho, uno de los momentos más duros, también en el aspecto técnico, fue cuando hubo que dejar sin pelo a varias de las protagonistas”.

AMACGEMA  ha presentado el corto “Contigo” en el Primer Concurso de cortos que ha organizado SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica) cuyo lema es: “En Oncología cada avance se escribe con mayúsculas”. Una bonita iniciativa para visibilizar este tipo de trabajos que podrían caer en el olvido. Sin duda “Contigo” consigue transmitirnos la importancia de las pequeñas cosas que se convierten en grandes para el paciente oncológico. Os aseguro que os gustará.

https://www.youtube.com/watch?v=Q4XTByq1KfY

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