Por una Sociedad científica por y para todos 5/5 (5)

“Por una Sociedad científica pensada por y para todos. Damos respuestas al futuro del cancer”  es el lema escogido por un grupo de compañeros que nos presentamos a las elecciones para la renovación de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) que se celebra de forma bianual coincidiendo con el Congreso Nacional , concretamente este año 2017 en la ciudad de Santander.

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¿Por qué la Radioterapia es tan desconocida?


Si hiciéramos una encuesta sobre los conocimientos básicos que un ciudadano español tiene acerca de la radioterapia nos encontraríamos ante un panorama desolador. Poca gente sabe en qué consiste nuestro trabajo, incluso dentro del propio entorno hospitalario. En el mejor de los casos se nos llama “radiólogos” por aquello de que trabajamos con radiaciones, aunque nosotros no establecemos diagnósticos por imagen. Somos oncólogos, pero al parecer ese título ya está cogido por otra especialidad médica hermana, la Oncología Médica. Y por último se nos confunde también con los Médicos Nucleares otra especialidad fundamentalmente diagnóstica que utiliza radioisótopos (sustancias radiactivas inyectadas). Cierto es que tenemos aspectos comunes en todas estas especialidades médicas, pues la imagen radiológica es una herramienta base para diseñar correctamente nuestros tratamientos, el citostático actúa como radiosensibilizante potenciando nuestra eficacia terapéutica y la PET-TAC es un elemento en auge que nos orienta a dirigir mejor nuestros haces de radiaciones contra el tumor. Somos especialidades médicas muy distintas, aunque no muy distantes.
En el imaginario colectivo se conoce perfectamente lo que es la quimioterapia con sus efectos secundarios, fundamentalmente la alopecia, uno de los estigmas que más se asocia a la enfermedad oncológica. También la mayoría del común de los mortales sabe lo que hace un cirujano oncológico y las secuelas que puede dejar en forma de cicatrices más o menos visibles. Pero la radioterapia poco aparece en ese imaginario colectivo y cuando alguien habla de nuestra especialidad se suele decir que “le han quemado”,  como si nosotros fuéramos la hoguera de la Inquisición. 
La invisibilidad de la radioterapia a lo largo de la historia de la oncología se hace palpable incluso en el séptimo arte donde apenas se ve correctamente una unidad de tratamiento. En mi sección de “Cineterapia Oncológica” sólo recuerdo que se vea en “El Doctor”, “Tierras de Penumbra” o “Camino” (en esta con una falta de rigor apabullante). Incluso el reciente documental norteamericano “Cáncer: el emperador de todos los males”, la radioterapia aparece muy de soslayo. Parece que no debemos tener el “glamour” necesario para estar presentes en el cine, a pesar de lo mucho que esta especialidad médica ha contribuido y contribuye en la curación del cáncer. 
Y ¿cuáles podrían ser las razones por las que somos tan invisibles para la sociedad?
– La situación física de los Servicios de Oncología Radioterápica dentro de los hospitales, pues habitualmente se encuentran en sótanos o búnkeres.
– Confusión acerca de la nomenclatura de nuestra especialidad.  Esto hace que no se sepa muy bien cuál es nuestro papel: oncólogo, radiólogo, médico nuclear,…o un poco “todo”
– La radiación no se ve, no se huele, no se toca, no tiene sabor y no se oye (salvo la alarma que anuncia el disparo de las unidades de monitor del acelerador lineal). Resulta “intangible”.
– Miedo a las radiaciones ionizantes: Los símbolos con el trébol de irradiación son disuasorios para el acercamiento.
– Mala prensa de las radiaciones por su asociación con al peligro, los accidentes nucleares, las malformaciones, los segundos tumores  o las radiodermitis (quemaduras por radiación)
– Somos una comunidad sanitaria relativamente pequeña en número de miembros que la componen si se compara con Oncología Médica o Radiodiagnóstico, lo que hace que nuestra imagen de impacto terapéutico de cara al paciente sea menor.
– El tratamiento informativo de nuestra especialidad en los medios de comunicación es de escasa penetración o difusión pública, a menos que se produzca algún hecho de relevancia social, como el caso “Ashya King” y la protonterapia. Tras la polémica, sistemáticamente se nos vuelve a condenar nuestra existencia al olvido por una buena temporada. 
– Poca cultura médica y desconocimiento acerca de los beneficios y la seguridad de los tratamientos con radiaciones ionizantes, tanto por parte de los pacientes como de los profesionales sanitarios que no son de la especialidad. 
– La información al paciente se enfoca demasiado hacia la toxicidad y muy poco hacia resultados objetivos, percibiendo el ciudadano medio a la radioterapia como un tratamiento de segunda linea. 

Imagen: Unidades de radioterapia operativas en España
Fuente: El País 

Les dejo reflexionar con un video de los años 50 en los que se anunciaba la existencia de la primera unidad de cobalto como un hito tecnológico muy importante y con un tratamiento informativo típico en el contexto de la época que seguro nos sorprenderá y no nos dejará indiferentes.

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Obsolescencia no programada

Con motivo del Día Mundial del Cáncer la Sociedad Española de Oncología Radioterápica, SEOR, emitió un comunicado de prensa poniendo de manifiesto su preocupación y la falta de regulación acerca de la obsolescencia del parque de aceleradores lineales existente en España.  

La radioterapia se emplea ya en casi un 50% de los tumores y su implantación irá en aumento en el futuro (pincha aquí para tener el enlace a las estimaciones basadas en la evidencia), además su avance tecnológico ha sido exponencial en los últimos años. La Oncología Radioterápica es una especialidad médica con una gran dependencia tecnológica. Se estima que un 12% de los equipos que están ahora funcionando superan los 15 años de antigüedad, lo que hace necesaria su sustitución por otros más recientes. Urge la necesidad de crear una normativa nacional que fije unas directrices acerca del tiempo máximo en que deben estar en funcionamiento los aceleradores lineales y que sea de obligado cumplimiento por todas las Comunidades Autónomas. 

La cifra de los aceleradores lineales de electrones que requieren una retirada relativamente temprana (los que superan los 10 años de edad, pero no han pasado los 15) es elevada y llega ya en torno al 30% de los equipos, porcentaje similar al de los equipos en mejores condiciones, aquellos puestos en marcha hace menos de cinco años. El proceso de renovación de equipos es largo, conlleva hacer un concurso, seleccionar un proveedor e instalar los equipos, lo que tarda por regla general unos dos años. La crisis económica por la que está todavía atravesando nuestro país puede incluso retrasar todo este costoso proceso. 

Una buena forma de desbloquear esta situación sería, por supuesto, hacer una política sanitaria menos cortoplacista, con vistas a las previsiones de las necesidades de radioterapia descritas en la literatura y con una correcta renovación de los equipos. Se trataría de establecer unas Compras Basadas en la Evidencia como propone el modelo británico del NHS en Europa. Con este punto de partida se tendrían en cuenta multitud de variables a parte del número de años de los equipos: características técnicas intrínsecas de los aceleradores, tipo de tratamientos a aplicar, número total de horas de tratamiento de los equipos, número de unidades de monitor disparadas (esto puede ser un índice según los radiofísicos similar al cuentakilómetros de un coche, pues valora no sólo los disparos realizados en los tratamientos, sino también los realizados en los aceleradores lineales en todas las medidas de calibración adoptadas en cada unidad de tratamiento), podría sumarse la valoración de los propios enfermos, etc. Posiblemente SEOR y SEFM (Sociedad Española de Física Médica) deben ir de la mano para elaborar este ambicioso pero necesario plan nacional de compra y reposición de equipos, rompiendo así con la actual inercia de dejar que suceda la obsolescencia no programada de los aceleradores lineales. Esta situación nos lleva a los especialistas a temporadas de un cierto ostracismo profesional hasta que de golpe y porrazo se produce la ansiada renovación. A veces, se tiene la sensación de ir avanzando a trompicones, en lugar de una forma lineal y progresiva como nos sucede en nuestra vida diaria cuando reponemos nuestros móviles u ordenadores.  

Hemos de ser conscientes y transmitir a nuestros pacientes que la Radioterapia juega un papel importante en la curación del cáncer, pero que necesitamos el apoyo de todos: profesionales, asociaciones de pacientes e instituciones. Debemos defender por tanto una mejora en las condiciones actuales en las que se encuentra la especialidad con visión de futuro y caminar sinérgicamente en ese sentido.

Los recientes avances tecnológicos en nuestra especialidad están ayudando y mucho a minimizar los efectos secundarios, mejorando la precisión, seguridad y eficacia de este tipo de tratamientos. La investigación en nuestro campo debe ser también un tema prioritario que en nuestro país está aún por explotar y que tiene un potencial extraordinario (pincha aquí para comprobarlo). Convendría echar un vistazo al Cancer Research UK para ver los logros obtenidos en el Reino Unido con una política de innovación en radioterapia que está dando ya sus frutos, con una inversión económica muy razonable. 

La conciencia pública de los beneficios de la radioterapia aún está lejos de ser bien conocida. Supone un verdadero reto para los oncólogos radioterapeutas. Tenemos que alzar nuestras voces, darnos a conocer y transmitir la máxima confianza a los enfermos que desean cada día estar mejor informados y saber qué es lo que hacemos. Yo invito a todos mis compañeros a hacer ese ejercicio por nuestro presente y por nuestro futuro.

Quiero agradecer la información facilitada por mis compañeros radiofísicos, especialmente a Diego Jurado del ICO Girona, a Manuel Vilches del IMOMA en Asturias y a Fernando Caudepón del Hospital Universitario de Burgos. 

Les dejo con este video de la plataforma e-Cancer en la que el Dr. Alfredo Ramos hace un análisis de la Oncología Radioterápica actual. 

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Nueva web SEOR

La Sociedad Española de Oncología Radioterápica, SEOR cambió su página web hace cosa de un año. Conscientes de la importancia de tener una buena web como carta de presentación, se iniciaron algunos pasos hacia su modernización y una mejor versatilidad.
Hace pocos días se me solicitó a través de su Presidente, el Dr José López Torrecilla, el encargo de coordinar la página web de la SEOR para llenarla de contenido y darle el impulso que se merece. Para mí representa un nuevo desafío que afronto con ilusión y ganas, pues soy de las que piensa y veo en el mundo digital una magnífica oportunidad, una ventana que nos permite conectarnos con el exterior y crecer juntos, además de darnos un valor añadido a nuestro ya parafraseado anónimo trabajo.

Quizás esta imagen resulte chocante o transgresora, pero me sirve de apoyo para captar la atención del lector. Mi idea de esta web es la de ponerla al servicio tanto del asociado como del gran público en general. Desearía que fuera una página acorde con los tiempos que vivimos: atractiva, dinámica, abierta, participativa y en constante evolución. Me gustaría que en ella se encontrara fácilmente información de utilidad sobre congresos, cursos presenciales y on line o webinars, guías de práctica clínica o libros. Me gustaría acoger a aquellos futuros médicos que sientan curiosidad o atracción por esta especialidad, a los MIR, a los profesionales junior, a los senior e incluso a los especialistas ya jubilados. 
Pero no queremos quedarnos sólo ahí. Creemos que todo el equipo humano que trabaja con nosotros codo con codo y día a día, debe tener cabida en la web: Técnicos de Radioterapia, Enfermeras, Radiofísicos, Investigadores, etc. 
Por supuesto, no nos olvidamos de nuestro pacientes. El paciente oncológico del siglo XXI se está convirtiendo en un paciente experto, empoderado. El paciente y sus familiares tienen que tener un lugar destacado y vamos a esforzarnos en dar información profesional al paciente, en tono divulgativo con todos los medios que disponemos: guías escritas, libros, redes sociales y medios audiovisuales.
La Oncología Radioterápica 2.0 está a punto de despegar. Abróchense los cinturones para este nuevo viaje que promete ser emocionante. 
Les dejo ahora con una magnífica conferencia sobre la Oncología Radioterápica en el siglo XXI impartida de modo muy didáctico y con un punto jocoso por el Profesor y Doctor Pedro Lara, actual vicepresidente de SEOR y Director del Instituto Canario de Investigación del Cáncer. Dicha disertación se llevó a cabo en 2013 en la Fundación Ramón Areces.

https://www.youtube.com/watch?v=EyWHL07vZX4

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XVII Congreso de la SEOR en Vigo

En los próximos días se va a celebrar la décimoséptima edición del Congreso Nacional de la SEOR (Sociedad Española de Oncología Radioterápica) en la ciudad de Vigo. Con el paso de los años, me voy dando cuenta cómo va mejorando la calidad de las presentaciones, de los talleres, comunicaciones orales (algunas ya en inglés), simposiums satélites, videos y pósters. Es una oportunidad para poner en común las situaciones cotidianas a las que nos enfrentamos, pudiendo ver los diferentes puntos de vista de los profesionales y compartir experiencias. Es una forma muy positiva de aprender y tener una puesta al día.

Además de esta parte científica, otra cosa buena que tienen los congresos nacionales es el reencuentro con compañeros, que por los avatares de la vida muchas veces has perdido el contacto con ellos. Siempre es agradable volverles a ver y compartir tertulias. Conocer también a las “nuevas incorporaciones” de residentes de la especialidad o médicos ya especialistas jóvenes es otro de los buenos momentos, pues en cierta manera te vas dando cuenta de cómo está evolucionando la especialidad y de cómo va aumentando la familia de oncólogos radioterapeutas. Comparado con otras especialidades nuestro número de especialistas es ostensiblemente menor, por lo que se hace fácil ver caras conocidas.

Así que queridos lectores, en los próximos días estaré en Vigo intentando empaparme bien de ciencia. Espero poder escribir un “post” con los acontecimientos y avances que puedan ser de interés y ayuda para todos.

Les dejo con un video para la reflexión: “Desprendámonos de todo lo que no nos deje avanzar”

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